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Entrevista:SALVADOR DEL REYCATEDRÁTICO DE DERECHO DEL TRABAJO

"Las nuevas tecnologías permitirán relaciones laborales humanizadas"

El catedrático de Derecho de Trabajo de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona Salvador del Rey (Sevilla, 1957) augura un cambio radical de las relaciones laborales ante la transformación que se está dando en las empresas en una sociedad cada vez más digitalizada. Los principales retos son, a su juicio, lograr una distribución más flexible del tiempo de trabajo, avanzar hacia una retribución salarial variable y ceder protagonismo a los empleados autónomos dentro de la descentralización productiva. Del Rey ofreció el miércoles una conferencia en el acto de clausura del máster de Relaciones Laborales organizado por Adegi y la UPV.Pregunta. ¿Hacia dónde caminan las relaciones laborales de la sociedad del siglo XXI?

Respuesta. Nos encontramos en un periodo de transición desde un sistema postindustrial que va a convivir con un sistema digital de relaciones laborales basado en Internet y que va a transformar toda la concepción que existe en la actualidad.

P. En la práctica, ¿va a suponer una deshumanización de las relaciones laborales?

R. No, en absoluto. Estoy convencido de que las nuevas tecnologías van a permitir lo que nunca se ha logrado hasta el momento, que es tener un sistema de relaciones laborales auténticamente humanizado. Va a posibilitar que el trabajo sea fuente de realización personal y no de alienación.

P. Sin embargo, el teletrabajo borra las fronteras de lo laboral y lo privado. ¿Cuál es la fórmula para no caer en esa alienación?

R. Creo que hay que resolver cuestiones relativas al salario y hacer énfasis en que es necesaria una distribución flexible del tiempo de trabajo para alcanzar un equilibrio con la vida privada. No se puede tener a un trabajador a la carta contínuamente, pero lo cierto es que la empresa tampoco puede mantener los moldes rígidos de 40 horas a la semana, 8 horas al día.

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P. ¿La solución es la jornada a tiempo parcial?

R. Va a ser un instrumento esencial. El nuevo trabajador es mucho más flexible, móvil y polivalente y no puede aspirar a jubilarse en la misma empresa en la que entró al acabar la universidad. A lo largo de su vida puede que sea trabajador por cuenta ajena, autónomo o empleado a tiempo parcial. El trabajo no puede ser impedimento para la calidad de vida personal. Eso implica que habrá etapas, cuando llegan los hijos por ejemplo, en las que el empleo a tiempo parcial permitirá centrarse más en lo personal. Es un instrumento esencial que hay que regularlo bien.

P. ¿La última modificación legal no ha sido suficiente?

R. Tuvimos una reforma en el 98 y la verdad es que los resultados no han sido demasiado buenos. Prácticamente ha habido un crecimiento vegetativo del número de estos contratos. No se ha dado ni de lejos un impulso para llegar al nivel europeo.

P. ¿Aboga por la extensión de las opciones sobre acciones como alternativa de la retribución fija?

R. Estamos en un sistema en el que el salario fijo es un 85% y el variable un 15% y el nuevo tipo de relaciones implica un cambio en esa relación. Por eso creo que las stock options tienen enorme trascendencia. No voy a meterme en lo político, pero ofrece ventajas claras para empresas y trabajadores. Las primeras consiguen retener a personal al que no le pueden pagar inmediatamente un alto salario, y le recompensan después. Y el trabajador logra una inyección económica que difícilmente lograría a través del salario.

P. ¿La normativa responde a la descentralización productiva que se está produciendo?

R. Las empresas recurren cada vez más a la descentralización productiva. Se empezó con la limpieza y la seguridad y ahora ocurre hasta con la gestión de los recursos humanos. Es necesario cambiar la normativa. No estaba preparada para este boom que se manifiesta en el auge de los autónomos. Ahora la posibilidad de ser empresario es mayor, merced a las nuevas tecnologías y va a suponer un cambio radical en la forma de concebir la protección del trabajo.

P. Sin embargo, el autónomo está más desprotegido.

R. Sí, y eso es lo que hay que cambiar. El ordenamiento jurídico partía de que había que proteger al trabajador por cuenta ajena. Ahora se plantea que hay que garantizar un derecho de protección de los prestadores de servicios. Hay que ofrecerle las mismas garantías que tiene el trabajador por cuenta ajena.

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