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Nuestros Haider

Los austriacos han puesto de nuevo en actualidad la cuestión europea, esa que sin duda marcará a nuestro continente durante muchas décadas: el racismo y la xenofobia. Aunque hablamos siempre de los fundamentalismos musulmanes, o de las matanzas de hutus y tutsis, la verdadera y más perfecta matanza racial se produjo en Europa hace 50 años. Una matanza planificada, diseñada científicamente, estudiada hasta sus más mínimos detalles. Auschwitz, Treblinka o Buchenwald serán nombres ligados con la experiencia más terrible del mundo tecnológico y civilizado.Los campos de exterminio no empezaron de la nada sino que se incubaron en las palizas callejeras de los jóvenes camisas pardas -casi niños- por las calles de Berlín o de Munich. Auschwitz se gestó en los pequeños pueblos alemanes al calor de las mentiras de un cabo veterano de la Primera Guerra y de las frustraciones de la misma. Buchenwald existió porque 15 años antes la izquierda alemana no fue capaz de contener aquella demagogia que hizo posible que una mayoría votara en 1933 al viejo cabo austriaco.

Cuando uno ve las escenas tras el asalto a los barrios de inmigrantes por los jóvenes y mayores de El Ejido la noche del pasado sábado piensa en aquellos jóvenes alemanes de los años treinta y en los actuales jóvenes austriacos que apoyan a Haider. En El Ejido, en las últimas elecciones municipales, 10.178 personas votaron al PP, 6.800 al PSOE, 982 a IU y 671 al PA. Ningún partido fascista se presentó ni tuvo, por tanto, votos. ¿Qué es lo que produce que nuestros "buenos chicos de pueblo" decidan una noche tomarse la justicia por su mano y crear ese estado de violencia salvaje propia de la "noche de los cuchillos largos"? ¿Por qué en el pueblo con mayor valor añadido de la agricultura andaluza los hombres del Magreb que trabajan jornadas duras bajo los plásticos sufren de esta forma la oleada salvaje de hijos de aquellos que en otra época trabajanan igual pero en otros lugares de Europa? Si hay algo que debe estar permanentemente claro para los políticos de la democracia es que el racismo y la xenofobia puede surgir en cualquier país y que no se le puede dar cuartel.

JAVIER ARISTU

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