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El reto tecnológico

La tecnología es la pista de despegue de todos los planes de enseñanza de Estados Unidos para el siglo XXI. La meta a corto plazo es ambiciosa: equipar a cada alumno con un ordenador. Con esa fórmula, quienes dictan la política educativa creen que se pueden superar los principales retos del sistema docente norteamericano, a la cabeza de los cuales se encuentra el llamado Digital Divide, es decir, la creciente diferencia en la educación que reciben los estudiantes de familias acomodadas que pueden acceder a la tecnología y los que, por falta de medios, están perdiendo el tren del futuro.La frontera divisoria está trazada prácticamente a lo largo de las líneas étnicas, con los negros e hispanos en el lado de los perdedores. "La tecnología puede ser una gran ayuda para un problema que no hemos podido resolver. Necesitamos sacar provecho del talento de todos", explica Pierce Hammond, director del Departamento de Reforma y Divulgación del Ministerio de Educación de EE UU.

En los últimos tres años, la alfabetización tecnológica ha cobrado un gran impulso: un 85% de los centros cuentan con tecnología de la información y en las aulas hay un ordenador para cada cinco alumnos. El foco de atención ahora es el contenido digital educativo. Hay miles de CD-Rom y sitios de Internet creados específicamente para usarse en las aulas, pero el problema no es la cantidad de posibilidades, sino la selección. En opinión de Brett Eynon, profesor de la Universidad de Nueva York, "hay una explosión de recursos digitales, pero nadie está seguro de cómo usarlos eficazmente".

Más personalizada

De ahí el énfasis que las autoridades docentes están poniendo en la formación de los profesores, tanto los que ya están en plantilla como los dos millones adicionales que tienen previsto contratar, según señala Hammond. El propósito es reducir el tamaño de las clases con vistas a una enseñanza cada vez más personalizada.

Pero la atención individualizada puede no tardar mucho en convertirse en "aislamiento". A medio plazo, Hammond predice que el edificio que alberga el colegio dejará de ser el convencional y los alumnos podrán aprender desde cualquier sitio comunicándose por su ordenador. El inconveniente del sistema es el aislamiento que puede crear y la dificultad de inculcarles disciplina, señala Hammond.

También podrán aprender a cualquier hora. Uno de los programas que ya están funcionando es Centros comunitarios de aprendizaje del siglo XXI. En él se puede estudiar fuera del horario habitual, ya sea temprano, tarde, los fines de semana o en el verano. Es un sistema que ayuda en gran parte a evitar que los estudiantes se metan en problemas, porque, según los estudios realizados por el Ministerio de Educación, la violencia entre escolares aumenta considerablemente al salir de clase.

Otra de las tendencias que más adeptos ha ganado en los últimos tiempos es la enseñanza en casa o Home Schooling. Una de las razones por las que los padres destinan su tiempo a enseñar a sus hijos, además de la calidad, es la seguridad.

El cuanto al uso de Internet en el aula, según una reciente encuesta del Ministerio de Educación, el 53% de los profesores usa software en las aulas, y el 61%, Internet. Además, sólo el 10% usa Internet como "primera fuente", y el 88%, como "recurso suplementario". El 48% de los educadores que buscan sitios de Internet para enseñar dice que es difícil encontrar los que cubran las necesidades específicas de la clase.

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