_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

La gran ampliación

Telefónica invertirá tres billones y medio de pesetas para adquirir, mediante una oferta pública de compra de acciones, el cien por cien del capital de Telefónica de Argentina, Telefónica de Perú y las brasileñas Telesp y Telesudeste Celular. Una operación de gran envergadura, con ambiciones de finura estratégica y excelentemente recibida por los mercados, que elevaron ayer el valor de las acciones de la operadora en un 6%.En términos estrictamente económicos y financieros, el diseño de la operación parece correcto. Telefónica paga con activos muy revalorizados -sus propias acciones- el control de empresas que, por diversas circunstancias, habían perdido valor en el mercado. Es una operación que resultará barata para los accionistas de la compañía. De paso, la integración total de las sociedades argentina, peruana y brasileña introduce racionalidad en la gestión y permite suponer que, cuando se complete, mejorará la calidad de la dirección estratégica de la compañía. Además, Telefónica refuerza su tamaño empresarial, se sitúa en mejores condiciones frente a sus competidoras y en una posición más ventajosa ante una hipotética fusión o alianza con otra gran operadora mundial.

Más información
Alzas bursátiles de Telefónica y sus filiales americanas por el anuncio de las OPA
Alzas bursátiles de Telefónica y sus filiales americanas por el anuncio de las OPA

Pero la presentación de tan ambiciosa operación financiera y estratégica resultó oscurecida por la decisión de Juan Villalonga de guardar silencio sobre cuestiones de gran interés para la opinión pública española, como el programa de retribuciones extraordinarias que se ha autoconcedido el equipo directivo, en forma de opciones sobre acciones de la compañía. Villalonga argumentó que deben ser los accionistas los que en primer lugar reciban las explicaciones pertinentes sobre tales incentivos. Los accionistas le agradecerán sin duda la delicadeza; pero también pueden recordarle con razón que resulta tardía. Las explicaciones hubieran resultado más oportunas antes de aprobarse el programa de stock options; ahora sólo son una penitencia obligada.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_