IU y PP rechazan la iniciativa para no debatir sobre localismos
La propuesta del presidente de la Junta, Manuel Chaves, para que los partidos dejen a un lado los agravios entre ciudades recibió ayer la negativa del coordinador regional de Izquierda Unida, Antonio Romero, y del secretario general del PP, Antonio Sanz. El dirigente conservador opinó que la iniciativa es un intento de "tapar la boca y poner la mordaza sobre los problemas reales" de Andalucía y vaticinó que será "inevitable" hablar durante la campaña electoral andaluza de los desequilibrios territoriales, sectoriales y estructurales de algunas comarcas, que se "han ahondado por la desigualdad en el trato del Gobierno andaluz".Sanz afirmó: "Chaves se ha convertido en el presidente más centralista de autonomía andaluza y no nos parece sensata su propuesta que busca un pacto de silencio para que se renuncie a hablar de la Andalucía real y del fracaso en el desarrollo rural, y en la corrección de los desequilibrios de los gobiernos socialistas".
Parecidos argumentos para descartar la propuesta de Chaves utilizó el coordinador de IU. "Rechazamos y combatimos los localismos excluyentes que no construyan la unidad de Andalucía, pero esto es una cosa y otra hacer balance del Gobierno andaluz sobre las inversiones y los desequilibrios territoriales, que es legítimo", puntualizó romero.
Chaves, destacó Romero, debería plantear un pacto para evitar la coincidencia de las elecciones autonómicas y las generales para conseguir una Andalucía "más fuerte".
Por otro lado, Romero denunció la "agresión grosera de cierto sector" del PSOE contra el electorado de la coalición porque, según dijo, "han creído que nuestros votos son stock options en los que se puede entrar a saco" a raíz de la renuncia de Julio Anguita a encabezar la candidatura de IU a la presidencia del gobierno, a causa de su enfermedad.
Romero respondió de esta forma al secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, quien pidió ayer en Granada a Francisco Frutos, futuro candidato de IU, que se esfuerce para superar la división entre los progresistas para vencer a la derecha.
