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Intereses ocultos de una vía sin marcha atrás

El consejero de Medio Ambiente, Fernando Modrego, explicó hace apenas diez días a la junta rectora del parque del Desierto de las Palmas que la carretera Cabanes-Oropesa no tiene "marcha atrás", en cuanto que, a su juicio, es necesaria para vertebrar la región y es totalmente externa al parque. Obviando que el plan del parque eliminó el colchón de protección (una franja de 500 metros) previsto en el último borrador del mismo, con lo que la carretera entraría en su zona de influencia, los detractores de la vía dudan de que sea imprescindible y aseguran que hay intereses ocultos detrás de su construcción. Así, no se explican por qué hay que construir una vía rápida donde ahora apenas cruzan vehículos. Y si hay que hacerla, se preguntan, por qué no cinco kilómetros más allá (la opción norte), donde también hay un camino asfaltado, pero lejos del parque. Y apuntan que el máximo defensor de la infraestructura es Francisco Martínez, vicepresidente de la Diputación y alcalde de La Vall d"Alba, con un flamante polígono industrial que comunicar. También como intereses del PP apuntan la conexión de la urbanización Marina D"Or, en Oropesa, y el futuro aeropuerto promovido por Carlos Fabra.

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