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El equipo del Newcastle, envuelto en una presunta reventa de entradas

Un nuevo escándalo de reventa de entradas sacude al fútbol inglés. La Asociación de Fútbol (FA) está investigando la confesión que hizo Peter Keen, ex portero del Newcastle, al diario Daily Mirror, donde aseguró que él y 21 compañeros habían entregado 72 entradas, cuyo valor era de 10.000 pesetas a un revendedor, pocos días antes de la final de la Copa inglesa, en mayo pasado, para que las vendiera por 120.000.

El Newcastle, dirigido entonces por el holandés Ruud Gullit, perdió la final (2-0) contra el Manchester United, e incluso sus jugadores nunca cobraron el dinero que Keen les había prometido. Todo había comenzado pocos días antes del partido. Keen, portero suplente del equipo -hoy en un recóndito club de la Tercera Divisón-, propuso a sus compañeros un "negocio", según contó en las páginas del Daily Mirror. Un amigo suyo, habitual de los circuitos de reventa de entradas, podía vender las entradas que habitualmente se les da gratis a los jugadores en el mercado negro, a doce veces su valor. Los billetes que recibían los futbolistas -seis cada uno de los titulares, cuatro los suplentes y dos los no convocados- tenían en taquilla un precio de 36 libras (unas 10.000 pesetas). El revendedor prometía obtener de cada una de ellas 450 libras (unas 120.000 pesetas); en el camino, beneficios para los jugadores y para el propio Keen, que necesitaba el dinero, según dijo a sus compañeros, para irse de vacaciones de verano a Chipre con su novia.Lo triste, más allá del escándalo y las irregularidades, es que Keen nunca pudo cobrar lo prometido. Quedó con el revendedor en una zona oscura de un aparcamiento público, y le entregó el sobre con las 72 entradas que había reunido con sus colegas. El correo del mercado negro le dio otro sobre de papel madera, y se despidieron. Keen sólo abrió el paquete cuando llegó al vestuario, y grande fue su decepción cuando comprobó que dentro de él no había más que billetes del juego Monopoly.

Keen confesó, y se encuentra abatido. "Me siento muy mal, creo que he decepcionado a todo el mundo", dijo en la entrevista publicada el lunes. Ahora es la FA la que investigará el caso, al mismo tiempo que el Newcastle negó en un comunicado toda relación con el asunto: "No tenemos conocimiento de las supuestas irregularidades con respecto a las entradas vendidas para la final de la Copa. Tomamos todos los pasos necesarios para asegurarnos de que los billetes fueran bien distribuidos". El presidente del club, Freddy Shepherd, prometió llegar "hasta el fondo del asunto, porque no perdonamos este tipo de cosas".

El asunto ha conmocionado el ambiente del fútbol inglés. No sólo por la irregularidad, sino porque cuenta con varios precedentes en los últimos tiempos. Este mismo año, la FA sancionó por mala conducta a 27 jugadores y directivos del Leicester por vender sus entradas para la final de la Copa Worthington. Hace tres años, otras tres personas fueron condenadas a no poder comprar entradas durante 20 años.

Keen no ha querido revelar los nombres de los compañeros que colaboraron con él. Sí ha dicho que son 22: casi la plantilla completa de un equipo donde brilla el delantero internacional y capitán Alan Shearer y donde, desde agosto, juega el español Marcelino Elena.

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