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Detenidos 9 paramilitares relacionados con la muerte del español en Colombia

La policía colombiana detuvo ayer en la ciudad de Quibdó, capital del departamento selvático del Chocó, a nueve paramilitares a los que le atribuye la responsabilidad de la muerte del cooperante español, Iñigo Egiluz, de 24 años, y del sacerdote colombiano Jorge Luis Mazo, de 37, el pasado jueves. La diócesis de Quibdó, sin embargo, insiste en que los verdaderos responsables "siguen sueltos" y atribuye la operación policial "a la presión política", no a una intención de esclarecer los hechos.

Según los datos facilitados anoche en Bogotá, estas detenciones se produjeron a 15 kilómetros de Quibdó, cerca de la zona del río Atrato donde el bote en que viajaban Egiluz, Mazo y otras ocho personas fue embestido y partido en dos. También cerca de esta ciudad se encontró el domingo el cuerpo sin vida del cooperante español (que será enterrado hoy en Bilbao), y a unos 80 kilómetros de ese punto se halló el cadáver de Mazo.La policía colombiana concretó que los paramilitares se encontraban en una pequeña comunidad, Las Mercedes, y que en la operación se confiscaron nueve fusiles AK-47, 26 cargadores, siete granadas de mortero y nueve de mano, un mortero de sesenta milímetros, 2.100 balas y dos equipos de comunicaciones. En una nutrida conferencia de prensa, el director de operativos de la policía colombiana, Alfonso Arellano, y el comandante de la policía en la región del Chocó, Hernando Arciniegas Sánchez, presentaron a los nueve detenidos, con edades comprendidas entre los 16 y los 29 años, y aseguraron que "algunos de ellos, posiblemente, estén implicados en las muertes [de Egiluz y Mazo]".

Además de las armas, los detenidos tenían en su poder 13 brazaletes, prendas militares y una embarcación con capacidad para 15 personas. Las ropas y los brazaletes llevaban las siglas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

En la diócesis de Quibdó, institución que ha denunciado desde el primer momento la responsabilidad paramilitar, se recibió la noticia con escepticismo. "Creemos que los detenidos no son los responsables y que, como siempre, los soltarán en unos días", dijo un responsable de la diócesis, quien detalló que "los verdaderos autores sabemos que están más lejos, en Vigía del Fuerte [una localidad a varias horas río abajo]".

"Pensamos que este operativo espectacular que han montado hoy [por ayer] en Quibdó sólo trata de bajar la presión política sobre el caso", insitió esta fuente, que señaló la coincidencia del anuncio oficial con la llegada del cadáver de Egiluz a España y que pidió no ser identificada porque "vienen represalias graves" contra todos los que están denunciando los hechos. Sin embargo, Arellano insistió anoche en que la policía "no actua por presiones externas". "Lo que ocurre es que no siempre las cosas salen tan bien como en esta ocasión", puntualizó Arciniegas, quien dijo sentirse orgulloso de la "rapidez y efectividad" del operativo, en el que también participaron soldados de las fuerzas de contrainsurgencia y la policía judicial.

La diócesis y Paz y Tercer Mundo, la ONG para la que trabajaba Egiluz, insisten en que las responsabilidades "hay que buscarlas en las autoridades, en la policía, que ha permitido y permite que estos sucesos ocurran". Por eso, han pedido a la Procuraduría de Colombia (ente que fiscaliza el trabajo de los funcionarios públicos) que intervenga en el caso.

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