El alcalde de Puerto Real rechaza el puente para comunicar la Bahía y opta por un túnel submarino
,Un túnel submarino de 3,4 kilómetros de longitud que cruce la bahía, a 23 metros de profundidad, desde el nudo sur de Matagorda (Puerto Real) hasta los terrenos ociosos de Astilleros Españoles en Cádiz, 20 hectáreas de suelo donde se expande hoy la capital, con 2.000 viviendas en marcha y un centro comercial. Esa es la alternativa del alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso (IU), quien descarta radicalmente la posibilidad del puente que proyecta Fomento y por el que apuesta la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez (PP), desde el otro lado de la Bahía.
El Ayuntamiento puertorrealeño impedirá por todos los medios "jurídicos, políticos, institucionales y ciudadanos" el proyecto del segundo puente como tercer acceso a la capital porque, según dicen, lesiona "gravemente" los intereses de la localidad, en cuyo término municipal se asentará una de las dos patas. El primer proyecto, de 1994, afecta directamente a la Barriada del Río San Pedro, donde residen 5.000 personas, y a la concentración industrial de La Cabezuela, la zona portuaria situada frente a Cádiz. Barroso, que con la recuperación de la alcaldía ha situado de nuevo a Puerto Real en el centro del debate territorial de la comarca, avisó además ayer de que está dispuesto llegar "a donde haga falta" si el Gobierno decide tramitar el proyecto que auspicia Teófila Martínez bajo la figura del interés general, lo que le permitiría salvar la oposición de su ayuntamiento. La alternativa de Barroso a estos planes es un proyecto de túnel submarino desarrollado en plano por el director de planeamiento del municipio, Juan Acuña, quien apuesta por una obra de ingeniería que cruce la Bahía a 23 metros de profundidad, aunque la excavación real se reduciría a diez metros, al contar con los 13 de profundidad de la canal de la Bahía. La estructura quedaría conformada por cajones de hormigón construidos en superficie e interconectados por debajo del mar. Un proyecto similar costaba 20.794 millones de pesetas en 1994, frente a los 19.000 del puente. Los técnicos advierten de que, en todo caso, el proceso de expropiaciones encarecería la construcción del puente. "Si tiene que existir un tercer acceso tendrá que ser fruto del diálogo y del consenso y no de la imposición", dijo ayer Barroso. El alcalde de Puerto Real señaló al ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, como el que "ha precipitado los acontecimientos", tras anunciar que en el primer semestre del 2000 se adjudicará el proyecto del puente, que no dispone aún de estudio de impacto ambiental.
La idea de procurar un nuevo acceso a la capital -sólo dispone del puente José León de Carranza, con un carril en cada dirección; y de la autovía de San Fernando- surge por el colapso viario que se produce cada día a la entrada de Cádiz. El primer antecedente de túnel lo barajó, hace 50 años, Antonio Durán, fundador de Dragados. En 1989, la consultora ETT analiza cinco alternativas y se inclina por el túnel subterráneo frente al puente. Después, un nuevo estudio técnico desarrollado en 1994 resuelve en sentido contrario. En la segunda decisión pesa la escasa experiencia de España en la construcción de túneles.
Barroso apostó ayer por defender las directrices del Plan Intermodal de Transportes de la Bahía de Cádiz (PIT), que aboga por el desdoblamiento de la vía del tren para lograr el llamado metro de superficie. Barroso halló ayer culpables en todos los bandos para explicar el fracaso de ese plan: Carlos Díaz por importarle más, según dijo, "hacerse una foto junto a la maqueta de un puente que junto a los planos de un túnel"; el presidente de la Junta, Manuel Chaves, por poner "la fombra roja a los pies de Arias Salgado al no apoyar el PIT; y Teófila Martínez, por "abrazar la megalomanía con la fe de la conversa". La alcaldesa declinó debatir con Barroso y volvió a apostar por el puente.
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