"Es hora de desmontar los problemas de la herencia del pujolismo"

Pregunta. Un sector de la opinión pública parece que no ha entendido que usted, después de proclamados los resultados, haya mantenido una actitud de ganador de las elecciones. ¿Ha habido un exceso de euforia por su parte?Respuesta La noche electoral a mitad del escrutinio había motivos para la euforia. Las izquierdas teníamos más votos y más escaños que CiU.

P. Pero tres días después todavía parecía que ustedes estaban dispuestos a formar gobierno.

R. Es que hasta que no se han sabido los resultados definitivos no podíamos renunciar a nada.

P. ¿No es atípico que un partido, al día siguiente de las elecciones, no comparezca ante la prensa?

R. Mi actitud ha sido mesurada. De alguna manera la satisfacción continúa viva. Lo habría sido más si hubiéramos conquistado otro escaño, pero no ha sido así. Tenemos la impresión de que no sólo hemos ganado en votos, sino que la idea de cambio ha prosperado en estas elecciones.

P. Sin embargo, a pesar de todas estas buenas vibraciones, será Convergència la que forme gobierno.

R. Yo no lo acabo de ver, ni que gobierne apoyándose unas veces en Esquerra Republicana y otras en el PP. Esto no quiere decir que nosotros no respetemos lo que decida el Parlament. En la mejor tradición política dije antes de las elecciones que debía gobernar la lista más votada. Pujol también lo dijo entonces. Continúo pensando que éste es un factor importante, pero no quiero que parezca que estoy reivindicando algo que no he conseguido. Pujol lo tendrá difícil para hacer un gobierno estable. Los escaños te dan menos legitimidad pero más estabilidad que los votos. Pero con todo, insisto en que no veo un gobierno estable porque matemáticamente es difícil. No veo cuál es la alianza que se producirá. Y eso creará un problema técnico tremendo y es que el presidente de la Generalitat tendrá que vivir en el Parlament porque su voto contará para la mayoría.

P. Esto también vale para usted si quiere ganar alguna votación

R. Si yo soy el jefe de la oposición, puedo no ir al Parlament. Pero si soy el presidente, he de estar pendiente de cuánta gente hay para no perder una votación.Técnicamente es una situación complicada y creo que lo mejor que podemos hacer es pregobernar. De manera que lo que ineludiblemente ha de pasar en este país empiece a pasar. Hay que empezar a organizar las cosas que no van bien. El otro día vi toda la entrevista que le hicieron a Pujol en TV3. Generalizaba y atribuía el fracaso de sus iniciativas siempre al PP y al PSOE, siempre atacando la Santa Alianza impía contra Cataluña.

P. Tony Blair, cuando estaba en la oposición, comparecía cada día en los medios o el parlamento ¿Piensa usted hacer lo mismo?

R. Seguro que el Parlament ganará en interés, aunque sea por el factor sorpresa.

P. ¿Está dispuesto a encabezar durante cuatro años la oposición, esa nueva oposición que usted describe con más ganas?

R. Si todo lo que he dicho no les sirve para pensarlo, diré directamente que sí. Pero no creo que tenga que estar cuatro años ni mucho menos.

P. ¿Cuántos años serán?

R. ¿Usted lo sabe? ¿Usted cree que Pujol lo sabe o cree que lo sabe?

P. En CiU están convencidos de que van a gobernar cuatro años.

R. Yo no. Es otra cosa en la que discrepamos.

P. ¿Qué cree que le ha fallado o le ha faltado para tener la mayoría?

R. Fallar, hemos fallado poco. Hemos hecho una campaña contra dos gobiernos, contra dos sistemas de información públicos y también contra algunos privados.

P. ¿Hasta dónde cree que ha penetrado la idea de cambio en la sociedad catalana?

R. Se ha roto la idea de que ir contra el gobierno es ir contra el país. Cuesta desmontar estos argumentos para conseguir que no crean que vas contra Cataluña. Existe la impresión de que estamos en un periodo, el pujolista, que se está acabando o se ha acabado ya.

P. Cuando los partidos hacen promesas electorales hablan de control democrático. Cuando se han terminado las elecciones parece que se va descaradamente al reparto del poder y a sacar la mayor tajada posible. Esto sucede por ejemplo al hablar de los medios de comunicación públicos.

R. Yo, personalmente, pienso que en la constitución del Consejo de Administración de la Corporación Catalana de Radio y Televisión no deberíamos ni entrar.

P. ¿Qué significa esto?

R. Pues que no hay que tener ninguna prisa. Nosotros pensamos presentar lo más rápidamente que podamos una iniciativa legislativa para asegurar la independencia y neutralidad de la radiotelevisión pública. Forma parte de las reglas del juego.

P. ¿Qué encuentra más criticable de la obra de Pujol?

R. Una de las cosas que debemos hacer, sin acritud, es comenzar el balance de su era. Analizar sus relaciones con el mundo empresarial, con el mundo judicial. Evaluar la relación de sus gobiernos con la sociedad civil, ver por qué estos gobiernos se han obstinado en intentar controlar grandes instituciones como, por ejemplo, la Caixa, La Vanguardia, el Barça. Es la hora de desmontar los problemas que el pujolismo nos ha dejado como herencia.

P. ¿Cómo piensa hacerlo?

R. Debemos analizar también su herencia ideológica. Ahora están haciendo una defensa del pujolismo como una especie de personalismo progresista, cuando en realidad todos los que tenemos cierta edad sabemos que el pujolismo era Péguy y Raimon Galí que son antitéticos con Mounier, la revista Esprit, y Alfonso Carlos Comín, exponentes del personalismo. Pujol y ellos se enfrentaron en editoriales, escuelas, revistas. Eran adversarios.