_
_
_
_

Isabel Tocino asegura que la situación provocada por la sequía no es crítica y arremete contra Vallejo

La ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, dijo ayer que la situación provocada por la sequía no es crítica, defendió la gestión del agua realizada por el Gobierno central y criticó al consejero de Obras Públicas de la Junta, Francisco Vallejo, a quien acusó de mentir sobre las reservas reales de agua potable. Vallejo respondió de inmediato y volvió a acusar al Gobierno de no haber realizado inversiones en obras hidráulicas en cuatro años. Isabel Tocino inauguró ayer en Huelva las obras de la presa de El Andévalo, que será uno de los 20 mayores embalses de España. Esta obra, reivindicada desde hace años, cuenta con un presupuesto de 7.440 millones y un plazo de ejecución de 40 meses.

"Nos hallamos ante el año más seco de la última década y el cuarto, en medio siglo. Pero al Gobierno no le ha sorprendido esta sequía. La climatología es lo que no podemos cambiar. Resulta muy importante la gestión realizada por el Gobierno para detectar prematuramente que estábamos al final de un ciclo húmedo y, a partir de ahí, para trabajar al unísono con usuarios y con regantes para que las medidas se hicieran de común acuerdo", afirmó ayer la ministra. Tocino retó al consejero de Obras Públicas de la Junta, Francisco Vallejo, a que demuestre que, como dijo, el 15% del contenido de los embalses andaluces es lodo. "Estamos en mejor situación que cuando el PSOE gestionaba los embalses. No nos van a encontrar en polémicas inútiles. Se les ha estropeado el debate de las pensiones y van a querer pinchar en otro acuífero. Los problemas hidrológicos en España son materia de Estado y requieren de diálogo y acuerdos", afirmó Isabel Tocino. Respuesta inmediata El consejero, por su parte, tiene una opinión distinta: "No tengo que presentar análisis. Lo dicen los técnicos: el lodo está ahí. En España se han perdido cuatro años en políticas de aguas", aseguró. Vallejo, que asistió ayer a la inauguración de las obras de la presa del Andévalo, se permitió una ironía: "Vivimos un gran día. Nos encontramos ante la primera obra hidráulica que se pone en marcha en esta comunidad en los últimos cuatro años", indicó. La presa onubense ocupa terrenos de los municipios de Puebla de Guzmán, El Almendro y Paymogo, cerca de la frontera con Portugal, en una de las comarcas más deprimidas de la Unión Europea. La construcción servirá para estimular la economía de esta zona y para suministrar agua en la costa onubense. La presa asegurará el abastecimiento estacional a una población turística de 300.000 personas, recogerá un 35% de los recursos de la cuenca de la ribera del río Chanza e incrementará la regulación general en 125 hectómetros cúbicos por año. El camino de llegada a esta primera piedra ha estado plagado de problemas. En principio, los ecologistas se opusieron al levantamiento de la presa aduciendo que significaría la desaparición de miles de encinas centenarias, entre otras cosas. Luego llegó un largo informe de impacto medioambiental. El gobierno socialista licitó posteriormente las obras, pero el Ejecutivo del PP guardó tres años el proyecto en el cajón. Finalmente, el pasado julio se concedió la construcción a la empresa Dragados, SA.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_