Transportes y comunicaciones
El pasado domingo 25 de julio, mi capacidad de asombro, que creía llegada a su límite, quedó sobrepasada. He aquí los hechos escuetos: a mediodía de ese domingo, intenté remitir un telegrama al Palacio de Congresos y Exposiciones de Santiago de Compostela -creo que, además de ciudad importante, es sede del Gobierno de la autonomía gallega-, deseaba hacer llegar, a las ocho de la tarde, mi adhesión al homenaje que a esa hora rendía la Xunta al pintor Nelson Zumel, a quien se le imponía la Medalla de Plata de Galicia. Misión imposible.Tras infructuosas llamadas, me informan: "Desde el viernes a las ocho y media de la tarde hasta el lunes a las nueve de la mañana, no hay servicio telegráfico con Santiago". El entrecomillado es textual. Le expreso a la poco amable señorita que me atendía mi enhorabuena por el servicio a los usuarios. Me respondió con un ¡muchas gracias!
Así se escribe la historia. Creo que convendría, para darle autenticidad completa a la buena marcha de España, atemperar un legítimo orgullo con el conocimiento de algunas realidades insospechadas.- .