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SOS Racismo no había recibido denuncia alguna del Vallès

La situación de conflicto entre el colectivo de inmigrantes magrebíes con el resto de habitantes del barrio de Ca n"Anglada no era conocida por la organización SOS Racismo, que no había recibido ningún tipo de queja o denuncia. "Lo lógico es que antes de producirse un brote de violencia y de rechazo como el ocurrido en Terrassa exista una situación ya conflictiva. Pero en este caso no ha sido así", apuntaba ayer Elisa Gutiérrez, portavoz de la entidad. Núria Alcalá, delegada del Centro de Información para Trabajadores Extranjeros (CITE) de CC OO en esa localidad, explicaba que la situación de rechazo social hacia el colectivo magrebí se palpaba en el barrio desde hace un tiempo. "Pero era un rechazo hacia las actitudes, hacia sus costumbres, no por una situación de conflicto. Parece claro que a la población mayoritaria de Ca n"Anglada lo que le molesta es el simple hecho de su presencia", añadía. Una presencia que se ha incrementado notablemente en los últimos dos años por dos conductos: la entrada de inmigrantes por los cupos que establecen los contingentes de la Ley de Extranjería y por la reagrupación familiar. Según el CITE, el rechazo se notaba más hacia los grupos de adolescentes que no estudian y tampoco trabajan. "Son chavales de entre 12 y 18 años que forman grupos en el barrio", decía Alcalá para añadir que no se trata de jóvenes especialmente conflictivos: "Ni más ni menos que otros. Lo que ocurre es que algunas actitudes, como la de piropear a las chicas, se ve con malos ojos si el que dice algo a una joven es magrebí y no se ve igual si es uno de aquí". La mayoría de los inmigrantes que viven en Ca n"Anglada están en situación legal y trabajan, de acuerdo con los datos del CITE. "Lo que ocurre es que los bares que regentan en el barrio, y también el local que utilizan como mezquita, se han convertido en un centro de reunión no sólo de los que viven, sino de muchos otros magrebíes que viven en otros puntos de la ciudad. Y entre éstos sí que hay muchos sin papeles", matizaba Alcalá. Veto en el Maremàgnum El rechazo de vecinos de ese barrio de Terrassa hacia el colectivo inmigrante no es un caso aislado. En Barcelona, SOS Racismo ha denunciado que varios locales de Maremàgnum vetan la entrada a miembros de la etnia gitana y también, en determinados casos, a jóvenes magrebíes. La entidad había recibido varias denuncias de personas a las que se les había prohibido la entrada en algunos locales musicales -Nayandei, Fiesta, Tropicana y Mojito-. Lo que hizo la organización antirracista fue comprobarlo sobre el terreno y organizó una salida nocturna, según publicó ayer El Periódico de Catalunya. Nueve personas, entre ellas dos de etnia gitana, un magrebí y un negro, probaron la entrada en los locales. Lo consiguieron todos excepto los dos gitanos.

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