Moratalla anuncia "transparencia" en Granada El ex alcalde Díaz Berbel duda de la legitimidad del acuerdo entre PSOE, IU y PA
El socialista José Moratalla, de 50 años, fue elegido ayer, con el apoyo de Izquierda Unida y el Partido Andalucista, nuevo alcalde de Granada en sustitución del popular Gabriel Díaz Berbel. Pese al temor de un cambio de postura de los andalucistas tras saberse que en la localidad de Almuñécar el PSOE había pactado con el PP para desalojar al PA de la alcaldía, el concejal nacionalista, Jesús Valenzuela, mantuvo su compromiso de respaldar a Moratalla, quien anunció un periodo de "diálogo y transparencia". Díaz Berbel tachó el acuerdo de "legal, pero no legítimo". El PSOE regresa así al gobierno de la capital granadina tras cuatro años en la oposición. En su discurso como alcalde, Moratalla, anunció ocho medidas básicas de gobierno: el diálogo, las políticas consensuadas, la unidad de las tres formaciones que han materializado el pacto, la descentralización del Ayuntamiento, el impulso económico, la modernización y la seguridad ciudadana. "No tenemos una receta mágica para hacer una ciudad nueva", dijo, "pero aunando las voluntades podemos hacer una ciudad distinta". Luego señaló que se dará prioridad a reivindicaciones como la autovía Granada-Motril, la conexión con el AVE, las líneas de ferrocarril y el aeropuerto. Dura alocución El alcalde saliente, Gabriel Díaz Berbel, fue, por su parte, muy duro en su intervención y criticó el acuerdo tripartito, "cuya legitimidad despierta serias dudas y es claramente antiestético desde el punto de vista político". "Los pactos poselectorales", añadió, "han hecho un feo quiebro a la voluntad popular, primando los intereses de partido a los de los ciudadanos". El ya ex alcalde recordó el periodo 1991-1995, en que gobernaba el PSOE con Moratalla como delegado de Economía y Hacienda. "Ese periodo, precisamente en sus manos, señor Moratalla", dijo, "alcanzó cotas de auténtico desastre". Antes había augurado "un gobierno difícil, sometido a turbulencias permanentes, en el que no serán infrecuentes los frenazos y las colisiones". El candidato popular dijo que hace 12 años que el PSOE no gana en Granada y que en la anterior ocasión en que accedió al gobierno fue a través de pactos que "paralizaron la ciudad". Luego despertó un murmullo de desaprobación en la sala de plenos cuando dijo: "Si progresista es aquel que mejor defiende el equilibrio social y territorial para la ciudad, el gobierno más progresista de Granada en los últimos mandatos ha sido el del PP". Díaz Berbel apuntilló su discurso pormenorizando todas las actuaciones en la ciudad con su gobierno, como polideportivos, fuentes y mercados. Entonces espetó: "[Granada] tiene todo eso y, lo que es más importante, lo tiene... pagado". El portavoz de Izquierda Unida, Baltasar Garzón, manifestó por su parte que el acuerdo de gobierno "basado en un programa común y consensuado es un acuerdo político perfectamente legal, legítimo, democrático y honesto", y señaló que no se trata de un "pacto anti-nadie, sino un acuerdo por Granada". El ya concejal andalucista, Jesús Valenzuela, que fue el más escueto, insistió en su agradecimiento a la ciudad por la oportunidad de regresar a la corporación tras veinte años de ausencia y anunció su empeño en trabajar "por la Granada del siglo XXI".
