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Buteflika liberará a 5.000 islamistas el lunes en el aniversario de la independencia argelina

El presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, quiere dar pasos rápidos para pacificar el país. El domingo, su Gobierno aprobó el proyecto de ley de amnistía para los presos islamistas sin delitos de sangre. Esta semana, la Asamblea Nacional Popular debe debatir el texto que más tarde será sometido a referéndum. Pero ayer, fuentes del Ministerio de Justicia anunciaron que el próximo lunes, 5 de julio, en el 37º aniversario de la independencia de Argelia, serán liberados 5.000 militantes integristas que "apoyaron a los grupos armados, pero no están implicados directamente en acciones de sangre".

La decisión de Buteflika responde al acuerdo que alcanzó hace tres semanas con el brazo armado del Frente Islámico de Salvación (FIS), el Ejército Islámico de Salvación, que a principios de junio anunció el cese definitivo de sus acciones armadas. La fuente del Ministerio de Justicia no especificó si los 5.000 presos abandonarán las cárceles el mismo día 5, aunque sí explicó que desde que se llegó al acuerdo con los integristas, funcionarios del Gobierno y miembros del FIS han estado estudiando los expedientes de los beneficiados por el perdón.

Tampoco se ha especificado si en la lista aparece Abasi Madani o Alí Belhadj, los principales líderes del FIS, que fueron condenados en 1992 a penas de cárcel de 12 años por atentar contra la seguridad nacional. Madani, sin embargo, se halla sometido actualmente a detención domiciliaria en Argel. Según las organizaciones de derechos humanos argelinas, en las cárceles de este país hay hasta 20.000 presos políticos.

Consulta popular

El siguiente paso, una vez aprobada la ley de amnistía por el Parlamento, es la convocatoria del referéndum anunciado por Buteflika. Aunque el presidente ya ha insistido en que piensa seguir con sus planes con o sin la aprobación del legislativo. Ayer, el diario La Tribune indicó que el Ejecutivo tiene previsto realizar la consulta en julio. La apuesta del presidente es fuerte, y así lo hizo saber el domingo en una entrevista a la televisión regional francesa France 3: "Si el pueblo argelino no me siguiera en este asunto [el proceso de reconciliación], he dicho y digo por quinta vez: me vuelvo a casa. No he llegado hasta aquí por el cargo, sino para cumplir una misión". Y la misión la repitió insistentenmente en un dicscurso el pasado sábado: "Lograré la paz, lograré la paz, lograré la paz".

Se trata, por lo tanto, de acabar con siete años de guerra civil no declarada que, según admitió el Gobierno el domingo, ha dejado ya 100.000 muertos, cifra similar a la que difunden los organismos internacionales de defensa de los derechos humanos. Hasta este momento, las autoridades argelinas no reconocían más de 30.000 víctimas mortales.

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El conflicto argelino comenzó en 1992, cuando las autoridades argelinas suspendieron la segunda vuelta de las elecciones generales por temor a una victoria del FIS. Buteflika fue elegido presidente en abril, después de que el resto de los candidatos se retiraran de la contienda electoral tras denunciar una manipulación de los comicios.

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