Economía insiste en que bajen salarios y beneficios para controlar los precios

La situación económica evoluciona de una forma más favorable de lo previsto a principios de año, cuando el Gobierno revisó su objetivo de crecimiento del 3,8% al 3,5% para este ejercicio. La demanda interna (consumo e inversión) sigue tirando con fuerza, mientras que por el lado del sector exterior la caída de las exportaciones puede haber tocado fondo. Así se recoge en el boletín trimestral de coyuntura del Ministerio de Economía, en el que se demanda desacelerar salarios y beneficios para evitar los riesgos en inflación.

El informe del Ministerio de Economía, publicado ayer, se muestra más optimista que a principios de año sobre la situación actual y las perspectivas para los próximos meses. En ello coinciden algunos expertos privados y es lo que el último informe del Banco Central Europeo (BCE) también refleja para las economías del euro. "Los datos más recientes", dice el informe de Economía, "proporcionan índices de mejora de la demanda externa y de la actividad en general". Todo ello, añade, "podría estar anticipando una recuperación de ritmos de crecimiento más elevados en el segundo semestre, si flexionan al alza las exportaciones y la demanda interna mantiene la vitalidad".

Los factores que inducen a este cambio en las expectativas vienen, sobre todo, del sector exterior. El riesgo de recesión mundial "ha quedado atrás", según el informe de Economía -que coincide al respecto con el diagnóstico del BCE-, y la rebaja de tipos en la zona euro (al 2,5%) el pasado abril explican ese mayor optimismo.

Algunos indicadores puntuales así lo avalan. Por ejemplo, el índice de confianza del consumidor, que aumenta un 7% hasta abril, frente al 5% del año anterior. Como causas se apuntan la mejora del empleo en los primeros meses del año, la rebaja de las retenciones del impuesto sobre la renta y el descenso de los tipos de interés.

Tipos reales reducidos

El informe de Economía señala al respecto que los tipos de interés reales en España se encuentran a niveles históricamente bajos. "Tal impulso monetario, junto al derivado de la reforma fiscal, contribuirá a mantener la demanda interna en una senda de expansión en el presente año, pero también obliga a intensificar la vigilancia sobre los costes de producción para contrarrestar desviaciones que pudieran afectar a la competitividad de nuestra economía", dice el informe. En cuanto a la inversión, Economía detecta una mejora en las carteras de pedidos interior y exterior y en todos los grupos de destino en marzo pasado. Esto último indicaría, según el informe, que "la flexión a la baja de la confianza de los empresarios industriales ha tocado fondo". Hay síntomas de repunte en la inversión en bienes de equipo y un mantenimiento del alto ritmo en construcción.

El riesgo de este mejor panorama es que los precios aumenten más de lo previsto por el Gobierno, un 1,8% para final de año, cuando lo registrado en mayo es el 2,2%. Economía insiste al respecto en la necesidad de que los incrementos de los costes salariales reales no superen a los de la productividad, "a lo que podría contribuir un mayor grado de descentralización en la negociación colectiva". También incide en que la rebaja fiscal debe ser tenida en cuenta a la hora de fijar los salarios.

Reconoce, sin embargo, que las rentas salariales se han desacelerado en estos primeros meses del año, pero insiste en que esa tendencia debe mantenerse. También se refiere a la necesidad de moderar los beneficios empresariales "para evitar que las desviaciones alcistas en los precios pudieran afectar a la competitividad de la economía española". El rendimiento neto de las empresas cotizadas en Bolsa aumentó un 14,7% en los primeros meses del año.