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Maragall se compromete a incorporar en su futuro gobierno la sensibilidad municipalista Clos advierte sobre un exceso de confianza por las encuestas que le presentan como vencedor

El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, arropó ayer a los alcaldables del PSC en Sabadell, Manel Bustos, y en L"Hospitalet de Llobregat, Celestino Corbacho, con un ojo puesto en las autonómicas, que se celebrarán en otoño. Maragall se comprometió a incorporar en su futuro gobierno la sensibilidad municipalista, que en su opinión ha sido omitida por su rival nacionalista, Jordi Pujol, en sus 19 años como presidente. "El único proyecto de Pujol en los últimos dos años ha sido discutir la fecha de las elecciones", afirmó.

Maragall aseguró que si vence a Jordi Pujol en los comicios autonómicos, "por primera vez habrá un proyecto conjunto entre la Generalitat y los ayuntamientos". Este buen entendimiento entre la Administración local y la autonómica que auguró Maragall "será una nueva manera de gobernar Cataluña". "Será una vieja Cataluña nueva, renovada", añadió ante las 800 personas que acudieron al mitin central de campaña del PSC en L"Hospitalet (Barcelonès). Ante la desconfianza con que, a juicio del candidato del PSC, el Gobierno de CiU observa a los ayuntamientos, Maragall prometió que extendería su mano a los municipios. Y que no sería "moroso" como el actual Gobierno catalán. "Lo que debe la Generalitat a los ayuntamientos, si no lo pago yo no lo va a pagar nadie", señaló. Y no sólo no paga, dijo Maragall, sino que el Gobierno de CiU, en su opinión, tampoco ejecuta. El candidato socialista indicó que el Ejecutivo de Jordi Pujol "no ha hecho nada en todo el mandato, sólo discutir la fecha de las elecciones". Puso como ejemplo de ello el metro de Canyelles, cuyas obras "están empezando ahora, cuando debían estar acabándose". Regateo Por la mañana, Maragall estuvo en Sabadell (Vallès Occidental) para apoyar al candidato del PSC en esta localidad, Manuel Bustos, que se enfrenta a la amplia coalición progresista impulsada por Dolors Calvet. En esta ciudad, Maragall censuró el apoyo que CiU da al Gobierno conservador de José María Aznar: "Han regateado todo lo que no han sabido ganar con pactos y para justificar que no han conseguido nada se han sacado de la manga un pacto fiscal a la vasca que es inaplicable", explicó. Un Maragall eufórico pronosticó para el próximo día 13 -la fecha de las elecciones- "la mejor noticia" para él y "la peor para Pujol". En opinión del candidato a relevar al actual presidente de la Generalitat, el PSC va por el buen camino: "El partido socialista se va afirmando con una política aperturista". Una de las aspiraciones declaradas de Maragall es abrir las verjas socialistas a otros sectores de izquierda. A juicio del candidato a presidir la Generalitat, el resultado que el alcaldable socialista, Joan Clos, obtenga en Barcelona no sólo tendrá consecuencias para el PSC: "Para el conjunto de la izquierda es importante que Clos sea el próximo alcalde, y lo será". Maragall elogió el progreso que en su opinión ha hecho Clos desde que tomó las riendas de la alcaldía: "En esta campaña la personalidad política de Clos ha explotado, se ha pasado de la hipótesis a una certidumbre", aseguró. Maragall acompañó a Manuel Bustos en un recorrido por los barrios de la ciudad. "Este Ayuntamiento ha avanzado con la izquierda [Antoni Farrés, de IC-V, ha sido el alcalde de Sabadell durante los últimos 20 años] y tiene que seguir avanzando con la izquierda. Bustos representa la esperanza de la izquierda que quiere seguir avanzando", resumió Maragall. Por su parte, el candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, Joan Clos, advirtió ayer del "desastre para Barcelona" que sería un Gobierno de CiU y el Partido Popular en el Ayuntamiento, y previno al electorado socialista del peligro de un exceso de confianza ante la coincidencia de las encuestas en que revalidará su gobierno. En la plaza de Orfila, en Sant Andreu, el candidato y alcalde pidió el voto para que repita el Gobierno socialista con el fin de convertir este distrito "en el nuevo Eixample de Barcelona". Ante unos 300 vecinos, Clos explicó que su opción política debe ganar para que puedan ser realidad proyectos que aspiran "a llevar la mejor calidad de Barcelona a la fachada del Besòs". Entre otros proyectos, Clos citó la ordenación urbanística de Sant Andreu-Sagrera y la construcción de la estación intermodal del AVE, que estima que crearían más de 20.000 empleos. "El Besòs, que era una cloaca, está transformando su cauce, donde se construirá un parque, y pronto tendrá retiradas sus torres de alta tensión", aseguró. Clos se comprometió a retirar las torres de alta tensión de Trinitat Vella y cerrar la prisión de este barrio barcelonés.

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