Barajas mantiene abierta su vieja torre de control por falta de visión en la nueva

El aeropuerto de Barajas cuenta con dos torres de control en funcionamiento, a pesar de que sus responsables sueñan con cerrar una de ellas desde junio del año pasado. En aquellas fechas, el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, inauguró una espectacular torre, que costó 5.000 millones de pesetas, para regular el tráfico del aeródromo. La idea inicial era cerrar en pocos meses las antiguas instalaciones, ya que quedaban demasiado lejos -más de cinco kilómetros- de la nueva pista que se iba inaugurar tres meses después.

Pero, el proyecto de cerrar la vieja torre se ha retrasado más de lo esperado. Según AENA, los controladores denunciaron que no tenían "visión directa" de todo el aeropuerto desde la nueva torre. "Está claro, que nadie puede ver con detalle a tantos kilómetros de distancia", indicaron ayer miembros de este colectivo. Por eso, asiéndose a una norma interna que les obliga a tener visión directa sobre todos los aviones, los controladores se negaron a ocupar la nueva edificación. AENA decidió saltarse esa "anticuada norma" e intentó solucionar el problema colocando un circuito cerrado de televisión en las nuevas instalaciones para que los controladores, a través de sus pantallas, pudieran vigilar las zonas más alejadas.

Éstos aceptaron pero exigieron un periodo de adaptación para acostumbrarse a la visión que ofrecen las cámaras de televisión. Por ello, y hasta que los controladores se habitúen, AENA mantiene abiertas las dos torres. Desde AENA, se manifestó ayer que "el período de adaptación" de los controladores a las cámaras de televisión acabará a finales de mayo, un año después de que la nueva torre hubiera sido inaugurada.

51% de retrasos

Por otra parte, el 51% de los aviones partieron ayer con retraso de Barajas, según los datos oficiales que por primera vez ofrece el aeropuerto tras semanas de desbarajuste. La compañía con más demoras fue Iberia: el 69% de sus vuelos partieron fuera de hora. Air Europa e Spanair obtuvieron mejores índices de puntualidad. Según el aeropuerto, sólo el 37 y el 24% de sus respectivos vuelos despegaron con demora. Ayer se cancelaron 13 operaciones, de las que 11 pertenecían a Iberia y 2 a Air Europa. El retraso medio fue de 23 minutos. Por su parte, el aeropuerto de El Prat se acercó ayer a una relativa normalidad, después de que la jornada anterior tuviese que cerrar una de sus pistas por el viento. Pero el aeródromo catalán no remontó demasiado el vuelo: el 43% de los aviones sufrieron un retraso superior a 15 minutos. Se cancelaron 11 operaciones (10 eran de Iberia) y el retraso medio fue de 21 minutos.