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El fiscal pide 12 años para el acusado del crimen de la calle de Génova

La Fiscalía de Madrid solicita 12 años y 6 meses de cárcel para Manuel Caño Hidalgo, de 22 años, al que acusa de haber matado de una cuchillada en el corazón, en la calle de Génova, al estudiante de cuarto curso de Arquitectura Eduardo Abad Felipe, de 21 años. Abad fue atacado en la madrugada del 5 octubre de 1998 tras recriminar a un conductor su exceso de velocidad.

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El fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio y solicita la comparecencia de 21 testigos para el juicio, que se celebrará en la Audiencia de Madrid. La fecha del juicio no ha sido fijada todavía, y se desarrollará bajo el procedimiento del jurado.Eduardo Abad y varios de sus amigos (otro estudiante de arquitectura, un aspirante a la academia militar y la novia de éste) salieron la noche del 5 de octubre pasado en busca de diversión para celebrar que acababa de aprobar una asignatura. Los amigos terminaron la fiesta sobre las cinco de la madrugada y se dispusieron a parar un taxi en la calle de Génova (en ese momento aún había trasiego de coches y personas en esa céntrica vía). Pero un banal incidente viario desató la tragedia. Un coche enfiló la calle a gran velocidad, y tan cerca pasó de uno de ellos, que los tres amigos gritaron y recriminaron al conductor su exceso de velocidad. Casi les atropella.

Los ocupantes del coche escucharon la recriminación y pararon. Fue entonces cuando, supuestamente, Manuel Caño bajó, se dirigió hacia Eduardo Abad y, según el fiscal, le asestó una certera cuchillada "en la cara anterior del tórax a nivel del esternón". El navajazo "originó una hemorragia masiva que ocasionó el inmediato fallecimiento [de la víctima]", detalla el fiscal en su escrito de acusación provisional. Según la versión del ministerio público, el acusado empleó para su acción "un arma blanca de hoja monocortante, puntiaguda y afilada".

El abogado de la familia de la víctima considera que lo ocurrido aquella madrugada en la calle de Génova no fue un homicidio sino un asesinato, y por eso solicita una condena de 25 años de cárcel para el acusado. Asimismo reclama que el acusado les indemnice con 240 millones de pesetas. En estas diligencias, el fiscal sólo acusa a Manuel Caño.

La versión de este letrado coincide en lo básico con la del fiscal, si bien aporta más detalles sobre el suceso. Señala que el acusado viajaba aquella noche en un Renault 19 acompañado por su hermano Javier C.H., que iba al volante, y por Manuel N. M. Asegura que al llegar a la calle de Génova surgió "una pequeña discusión por un incidente de tráfico" entre los ocupantes del vehículo y unos peatones.

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"Agresión repentina"

El conductor, según esta versión, detuvo el coche y se apearon del mismo el acusado y Manuel N. M., "dirigiéndose ambos hacia el grupo con el que habían tenido el incidente". "De forma inopinada e instantánea y sin que la víctima pudiese defenderse", el acusado "le asestó una puñalada". Tras el navajazo, Manuel Caño propinó "una patada en la cabeza" a la víctima, que yacía en el suelo moribunda. "Este hecho", según la acusación particular, "debió producir un aumento injustificado del dolor". La localización del coche días después del crimen permitió a la policía identificar al acusado.

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