Dos amigos inseparables
Los dos jóvenes de San Sebastián de los Reyes acusados de matar al empresario son amigos inseparables desde hace más de 15 años. Viven a 200 metros de distancia, forman parte de dos familias trabajadoras y en el barrio gozan de una gran fama. "Son dos chicos ejemplares", dicen los que les conocen.
Raúl e Ismael trabajaban ahora de peones en una obra de Madrid. "Ni bebían ni se metían en líos. Nadie puede creer que hayan hecho una cosa así", comentó anoche un amigo común, quien añadió: "Sus familias no tienen problemas de dinero y ellos menos, ya que trabajan y no les falta para tomarse su coca-cola o para salir". Los íntimos de Raúl e Ismael aseguran que nunca habían comentado nada sobre si les debían dinero de alguno de los trabajos realizados. "Al contrario", espetó ayer un amigo, "no son tacaños y hasta dejan dinero a la gente si les falta algo".
Raúl es el tercero de cuatro hermanos. Su padre trabaja en una fábrica del polígono industrial de Alcobendas y su hermano menor se encuentra ahora mismo en el servicio militar, según sus vecinos.
Ismael es un gran deportista, amante del fútbol sala. Se trata del benjamín de cuatro hermanos, dos de los cuales trabajan como cocineros en restaurantes de la zona norte de Madrid. El padre de Ismael, según señalan los vecinos, era camionero y falleció hace algunos años.
Los hermanos de Raúl e Ismael pasearon ayer por el barrio como si no hubiera ocurrido nada. Una vecina se acercó a uno de ellos y les dijo: "Dicen que los que han matado a ese hombre son de por aquí". Un hermano de Ismael no contestó.
