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MUJERES

Ruido por Kosovo; callada protesta por Afganistán

Miles de personas en todo el mundo claman por Internet contra la situación de las afganas

Gabriela Cañas

Un conmovedor mensaje recorre las líneas de Internet para aterrizar en las bandejas de entrada del correo electrónico de los ciudadanos del mundo rico. Es un mensaje para firmar que remueve la memoria y, sobre todo, las conciencias. Hace dos meses que miles de personas lo reciben y lo rebotan a sus conocidos, una vez firmado, pero uno de sus párrafos toma ahora mayor sentido en pleno fragor de los ataques de la OTAN a los objetivos serbios: "Si se ha podido amenazar a las fuerzas militares en el Kosovo en nombre de los derechos humanos y en apoyo de los albanos, la ONU podrá expresar su ira pacífica por la opresión, asesinato e injusticia cometida por los talibán contra las mujeres".La ira contenida de este mensaje y su viajar por los ordenadores es una de las pocas antorchas que permanecen encendidas para recordar al mundo la tragedia que viven las afganas. Con "el Gobierno de Afganistán ha declarado una guerra contra las mujeres", empieza el mensaje. "Desde que en 1996 los talibán tomaron el poder, las mujeres deben utilizar el burka y son golpeadas y apedreadas en público por no llevar el atuendo adecuado, incluso por no llevar malla sobre los ojos. Una mujer fue golpeada hasta morir por una turba al mostrar ella de forma accidental su brazo mientras conducía. Otra fue lapidada por intentar abandonar el país con un hombre que no era un familiar. A las mujeres se les ha prohibido trabajar o incluso salir a la calle sin un pariente masculino"... "Las ventanas de las casas deben pintarse para que no puedan ser vistas desde fuera. Deben llevar zapatos silenciosos para no ser escuchadas"... "Debido a que no pueden trabajar, las que no tienen parientes masculinos están muriendo de hambre o mendigando, incluso las que tienen doctorados"... "En uno de los raros hospitales para mujeres, un periodista encontró cuerpos inmóviles sobre las camas, envueltos en sus burkas; dejándose morir. Otras han enloquecido y se han quedado acurrucadas en los rincones, balanceándose permanentemente o llorando, aterradas. Un médico está considerando, cuando se acabe la medicación de que dispone, dejar a estas mujeres frente a la residencia presidencial como protesta".

El mensaje termina así: "Firmando esta declaración, afirmamos que el trato hacia las mujeres en Afganistán es totalmente inaceptable y merece el apoyo y acción de las ciudadanas, los ciudadanos y los gobiernos de todo el mundo y que la situción actual no será tolerada tampoco por la ONU".

Los medios de comunicación se han olvidado de Afganistán. La guerra civil obligó a huir a 1,2 millones de afganos que ahora están regresando con la ayuda de la ONU. En 1998 fueron repatriados 7.000 desde Pakistán y el próximo martes partirán 30 camiones con destino a Kabul en la primera operación de este año, pero faltan fondos para afrontarlo. "Hay una fatiga de donaciones por Afganistán", decía el pasado viernes un miembro de la ONU encargado de las operaciones de repatriación. "El mundo tiene sus ojos puestos en otros sitios, como Kosovo".

Los refugiados vuelven, pero nada indica que las normas fundamentalistas contra las mujeres hayan cambiado. La ausencia de observadores impide conocer la situación.

Los talibán, que dominan el 90% del territorio afgano, tienen también página en Internet. Contra su ideario lucha el departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Wolverhampton, en el Reino Unido, de donde parte la campaña electrónica mundial contra tanta injusticia olvidada.

Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Wolverhampton: http://www.wlv.ac.uk/sed/rsnet.htm. Contacto para la campaña de Afganistán: G.D.Chryssides@wlv.ac.uk y también sarabande@brandeis.edu.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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