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JUNTA DE LA MAYOR EMPRESA ESPAÑOLA

24 heridos y dos detenidos en enfrentamientos entre la policía y trabajadores de Telefónica

Diez trabajadores de Telefónica y 14 policías heridos leves, numerosos contusionados y dos detenidos fue el balance de la jornada en la que se celebraba la junta general ordinaria de accionistas de la empresa y la tercera huelga en la compañía en lo que va de año. La de ayer fue también la tercera asamblea de accionistas que preside Juan Villalonga y la tercera que se salda con incidentes.La dirección de Telefónica había tomado precauciones extremas para evitar que los trabajadores de la compañía, convocados por el comité intercentros a manifestarse delante del recinto en el que se iba a celebrar la junta, llevaran sus protestas al consejo de administración. Los empleados critican los planes de segregación de la empresa y el recorte de la plantilla.

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Un ejército de guardias y vigilantes jurados, acompañados de perros rottweiler y pastores alemanes, se habían apostado en el parque ferial Juan Carlos I desde primera hora de la mañana para controlar todos los accesos a los pabellones en los que se iba a celebrar la junta. La prensa tampoco eludió los controles y fue trasladada en autocares escoltados por la policía desde el centro de Madrid, dos horas y media antes del comienzo de la junta.

En los accesos al recinto ferial un cordón policial de unos 50 efectivos impedía que los manifestantes se pudieran acercar al pabellón ocupado por Telefónica. Una veintena de furgones policiales se mantenía en la retaguardia.

En el interior del pabellón se había diseñado un dispositivo excepcional para evitar que los manifestantes, muchos de ellos accionistas con derecho a acceder a la junta, reventaran la asamblea, como ocurrió en marzo de 1998.

Dentro se acondicionaron dos escenarios diferentes. En una de las salas se encontraba el consejo de administración, con Villalonga al frente, los principales accionistas de la compañía, entre ellos los representantes del núcleo estable -BBV, Argentaria y La Caixa-, los periodistas y numerosos directivos. En otra estancia (sala B, en la jerga empleada por los miembros del dispositivo de seguridad), sin posibilidad de comunicación directa con el presidente y su consejo, se permitía el acceso a los restantes accionistas.

Sistema de vídeo

Desde allí podían seguir, mediante circuito cerrado de televisión, el discurso del presidente hasta que una referencia de éste a la importancia que concede al capital humano de la compañía desató la ira de los representantes sindicales en la sala. En medio de un griterío ensordecedor, un objeto golpeó la pantalla y el sistema de vídeo dejó de funcionar. Se restableció cuando el presidente abrió el turno de ruegos y preguntas. Todas las intervenciones, excepto la del presidente del comité de empresa, se hicieron desde la sala B.En el exterior, la chispa de los enfrentamientos saltó poco antes del inicio de la junta cuando los representantes sindicales, sin el mínimo de acciones (100 títulos) necesario para acceder a la junta, trataron de entrar en la sala donde se celebraba el acto. Los forcejeos derivaron en una carga de la policía, que trató de dispersar a los trabajadores.

Por grupos, los manifestantes intentaron entonces cortar varios accesos a la autovía M-40. El momento de mayor tensión se produjo sobre las 11.50 horas, cuando un grupo de unos 500 manifestante logró cortar la autovía en ambos sentidos, a 300 metros de la entrada del recinto ferial. El corte, que duró 26 minutos, en un día de gran densidad de tráfico, produjo un atasco de varios kilómetros. Los conductores afectados salieron de sus coches y protestaron contra los manifestantes.

La dotación de seis furgones policiales cargó contra quienes cortaban la circulación y se produjeron las escenas de mayor tensión. Botes de humo, carreras, gritos, insultos y sirenas dibujaban una imagen que recordaba, por su virulencia, los últimos meses del franquismo en la universidad.

Atención hospitalaria

De los 24 heridos, 6 precisaron atención hospitalaria. 2 eran policías y fueron atendidos en la clínica Moncloa; a los otros 4 se les curó en los hospitales de La Paz y Ramón y Cajal. En los incidentes fueron detenidos dos manifestantes que, tras prestar declaración, fueron puestos en libertad. Fuentes de la Delegación del Gobierno señalaron que la actuación de la policía fue "proporcionada y exquisita". Esas fuentes añadieron que solamente cargaron contra los manifestantes cuando cortaron el tráfico y que siempre mantuvieron una actitud de contención, sin tomar la iniciativa a pesar de que los manifestantes lanzaron piedras, huevos y petardos. Tanto en el exterior como en la sala B, manifestantes e intervinientes pidieron la dimisión de Villalonga, y acusaron a la dirección de reducir los gastos mediante la reducción de plantilla para compensar la pérdida de cuota de mercado. Los trabajadores exigieron garantías de estabilidad en el empleo tras la división del grupo Telefónica en filiales.

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