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Arte al cubo

Más allá de los círculos consolidados del arte, hay en Barcelona islas en las que artistas jóvenes muestran su trabajo de una manera casi escondida para el público. Son aventuras como la del desaparecido Museo Nacional de Arte Portátil. O la de la Sala Hab, en la que Martí Manén ha instalado una sala de exposiciones en su habitación. No forman un movimiento común, pero guardan similitudes que obedecen a la necesidad de buscar vías al margen de las instituciones. Otra de estas aventuras es la del Museo de Arte Contemporáneo de New Tool (MACONT), un pueblo nacido en 1993 en la imaginación de un pintor, David Ymbernon, y de un fotógrafo, Valentín Vegara. Ambos autoproclamados, respectivamente, su concejal de Cultura y su alcalde. Iniciativas insólitas -como la organización de partidos de fútbol entre artistas y entidades locales de Cataluña- acompañan la actividad artística del MACONT, que ha apostado por una Sala Móvil como su referente principal. La Sala Móvil es un cubo de dos metros de lado pintado de blanco, y tenía, desde el momento de su creación, en 1996, la intención de recorrer mundo como embajadora del MACONT. Por el momento, después de plantarse delante del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, en diciembre de aquel año y antes de cruzar el charco y aterrizar delante del Museo de Arte Moderno de Nueva York -cosa que tiene intención de hacer en el 2000-, se ha instalado hasta el 31 de marzo en la casa de Vegara (calle de Aribau, 119, 1º, 1ª) para mostrar su colección. La lista de nombres del fondo del MACONT es buscadamente chocante. Artistas ocasionales o casi desconocidos -Fernando Flores, Han Soo Ji, Luis Cao, Ramarshi- se mezclan con Guillem Viladot, Antoni Tàpies y Josep Guinovart. Son 27 firmas y tres anónimos: una marina, un barco dentro de una botella y una cuchara de madera recuerdo de Lloret de Mar. Todos juntos, dentro del cubo, forman una demostración de aprovechamiento del espacio. La de dos comisarios que juegan con la ironía y que están reuniendo una colección de la que dicen que, si se tienen en cuenta las medidas de la sala y sus posibilidades económicas, es más rica que la de cualquier otro museo. Para explicar las intenciones del MACONT, Ymbernon dice que "los museos no tienen sentido del humor". Para Vegara "o parecen un funeral o El Corte Inglés". "No hay museos con singularidades", insisten. Y lo que juzgan peor: "En los centros de arte de España no se deja sitio para la gente del país". Allí donde la realidad impone una homogeneización en los centros de arte contemporáneo de todo el mundo, el MACONT plantea una inversión de los términos gracias a una infraestructura mínima y de fácil transporte. Dicen ambos que lo importante de la muestra en la Móvil no son las obras concretas, sino el conjunto. Y es que New Tool significa en inglés "nueva herramienta". Asegura Ymbernon que escogió el toponímico porque sonaba bien. Una vez que le informaron de su significado descubrió que era el más adecuado para definir su proyecto de museo al revés.

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