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Entrevista:RICHARD KNIGHTECONOMISTA

"Hay que equilibrar el poder del Estado-nación y el de las ciudades"

Blanca Cia

Economista especializado en el desarrollo de las ciudades y regiones, Richard Knight ha sido uno de los ponentes en el recién clausurado congreso de Metrópolis, que ha reunido en barcelona durante una semana a alcaldes y representantes de las administraciones locales de 70 grandes ciudades del mundo. Británico, de 64 años, es profesor de Administración Pública en la Universidad de Akron, en Ohio (EE UU). Pregunta. ¿Cómo puede una Administración local diseñar su futuro a su medida? Respuesta. Algunos medios ya están disponibles, como las nuevas tecnologías de la información o la telemática. Lo que ocurre es que hoy en día son las estructuras de las naciones y las multinaciones las que planifican las grandes cuestiones, como la defensa o la investigación científica, además de la expansión industrial. Mientras, los signos de identidad locales y el desarrollo de los núcleos donde se concentra la gente -las ciudades- no son atendidos. ¿De qué nos ha servido tanta investigación en energía nuclear? Muy sencillo, para mantener a los científicos ocupados. Se nos prometió energía más barata y hemos tenido Chernóbil. P. ¿Y de qué manera se puede cambiar esa orientación? R. Hay que equilibrar el poder entre el Estado-nación y las ciudades. Uno de los problemas es el tipo de educación que se imparte, centrada en la industria y en la historia de alto nivel. Pero no se aprende nada sobre lo local, sobre la vecindad que rodea a cada persona. Las ciudades tienden a pensar que para tener un sector industrial potente, deben atraer, por fuerza, a las grandes multinacionales. Eso puede ser un terrible error porque ese tipo de actividad económica puede decidir instalarse, pero también marcharse cuando le apetezca. Lo que no puede ocurrir es que se pierdan incontables actividades de pequeña industria autóctona, muchas veces casi artesana. P. ¿Cómo se puede hacer? R. Con decisión. Pondré el ejemplo de Viena, donde llegaron a existir 400 joyeros cuyo trabajo era excelente. Poco a poco fueron desapareciendo por la terrible competencia de las piezas hechas a coste bajísimo en Asia. Cuando ya sólo quedaban tres o cuatro se puso en práctica una idea: que trabajaran con el soporte de Siemens, que aportaba todo el utillaje tecnológico para dar a conocer su obra en todos los rincones del mundo, por medio de Internet. El resultado es que se ha conseguido salvar ese oficio representativo de una ciudad como Viena. P. ¿Internet es un buen instrumento para salvaguardar la identidad y la cultura locales? R. Sin duda. Una de las cosas positivas de Internet es que ha conseguido desenganchar bastante a los niños de la televisión. Estoy convencido de que puede facilitar que subsistan pequeñas explotaciones. P. ¿Qué opina de la posibilidad de que la informática llegue a sustituir la relación entre las personas? R. No es posible. Se han hecho experimentos que dejan claro que Internet y los medios informáticos son un avance de la comunicación, pero también han puesto de relieve que la tecnología no puede suplir, de ninguna manera, la riqueza del intercambio entre las personas.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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