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Los observadores internacionales salen de Kosovo para dejar libre el camino a la OTAN

La orden de evacuación a los 1.400 verificadores para Kosovo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), emitida por el presidente actual de la institución, el ministro de Exteriores de Noruega, Knut Vollebak, sorprendió a muchos de ellos en Pristina. Cuando la noticia ya circulaba por las agencias de prensa, alguno se disponía a acudir como cada día a su puesto de trabajo. Yugoslavia insiste en que no hay motivo para esa medida, pero en París, Francia y el Reino Unido atribuyeron a la delegación serbia el fracaso de las conversaciones de paz.

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El ministro de Asuntos Exteriores de Yugoslavia, Zivorad Jovanovic, mantuvo una conversación telefónica con Vollebak. Jovanovic dijo que no hay razón alguna para que se vayan los observadores. Añadió el ministro que se trata de una decisión unilateral, "contraria al acuerdo de octubre", entre el presidente Slobodan Milosevic y el negociador norteamericano Richard Holbrooke. Esta decisión, según Jovanovic, forma parte de una serie de presiones sobre las autoridades yugoslavas. "Yugoslavia respeta el acuerdo anterior, respeta todos los acuerdos firmados con la comunidad internacional y da garantías de seguridad a los verificadores".Las garantías no inspiran mucha confianza a los responsables de la OSCE, por lo que ordenaron poner fin a la misión. A toda prisa se dedicaban ayer a vaciar las oficinas que ocupaban en el centro de la capital de Kosovo. Se estima que la evacuación puede quedar completada hoy, sábado. El jefe de los verificadores en Kosovo, el embajador norteamericano William Walker, declaró a los periodistas, reunidos ante la sede de la OSCE en Pristina, mientras se retiraba el material: "Evacuaremos en las próximas 24 horas. Con la firma del ministro de Exteriores, Jovanovic, Yugoslavia asumió un compromiso respecto a la seguridad de los verificadores". A la pregunta de los periodistas de si las fuerzas estacionadas en Macedonia van a participar en su evacuación dijo que esto no forma parte del plan actual. Añadió Walker que los verificadores no quieren provocar problemas y esperan lo mismo de las autoridades yugoslavas: "También estamos intentando conseguir una especie de acompañamiento, y con este fin estamos en contacto con las autoridades locales". Según Walker, los verificadores necesitarán unas ocho horas para evacuar, pero espera que vuelvan pronto. También se evacuó ayer, por tercera vez en los últimos meses, la Embajada de Estados Unidos en Belgrado y se especula con la posibilidad de que sigan su ejemplo en las próximas horas o días otras representaciones diplomáticas de países occidentales. En la Embajada de España se tomaban las cosas con tranquilidad. El embajador, Joaquín Pérez Gómez, estima que la evacuación no es urgente y en las próximas 24 o 48 horas no será necesario evacuar. No obstante, los planes de evacuación están preparados "hasta el menor detalle, incluidos los vehículos disponibles y las gasolineras donde se repostará". En dos horas se puede poner en marcha la evacuación de la Embajada de España en Belgrado.

La colonia española es muy reducida, una cuarentena de personas. La mitad la forman los familiares del personal de la embajada. Otra parte son matrimonios mixtos, algunos de emigrantes en Alemania, que viven desde hace muchos años en Yugoslavia. Para el fin de semana está previsto que se mantenga el contacto telefónico, por si se adoptase la medida de evacuar. Los funcionarios públicos cumplirían la orden que reciban de Madrid. Varios países occidentales ya han recomendado a sus ciudadanos que se abstengan de viajar a Yugoslavia.

Mientras tanto, los ministros de Exteriores de Francia y el Reino Unido, Hubert Védrine y Robin Cook, respectivamente, comunicaron ayer formalmente la suspensión de la conferencia de paz sobre Kosovo y atribuyeron el fracaso de las conversaciones exclusivamente a la delegación serbia. La delegación albanokosovar, que ayer renunció a la invitación para viajar a Washington y regresó a Kosovo, fue la única en firmar el acuerdo de paz anteayer.En el documento hecho público por la mañana en la capital francesa, los dos copresidentes de las frustradas negociaciones, inauguradas primero en Rambouillet y reiniciadas el pasado lunes en la misma capital francesa, proclaman que las potencias del Grupo de Contacto (Estados Unidos, Rusia, Alemania, Italia y el Reino Unido) no ven "ya razón alguna para continuar las conversaciones". Tras manifestar su propósito de abrir consultas con el resto de los aliados y el secretario general de la OTAN, los promotores de la conferencia exigen "solemnemente" al Gobierno de Belgrado que se abstenga de toda ofensiva militar en Kosovo y de toda acción encaminada a dificultar la libertad de movimientos de los verificadores internacionales desplegados en tierra kosovar.

La evacuación ayer de estos últimos, una medida preventiva para evitar que puedan convertirse en rehenes del Ejército yugoslavo, certifica el cierre de la fase de negociación política, si bien el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, dispone todavía de unos días -el miércoles próximo es la fecha de referencia- para adherirse al acuerdo de paz. A partir de ese día, y si la situación no experimenta un cambio substancial por parte serbia, el secretario general de la OTAN, Javier Solana, deberá iniciar los contactos internacionales para recabar el apoyo expreso a las acciones de represalia contra el ejército de Belgrado.

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