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El PP pierde la mayoría absoluta en la Diputación y el Ayuntamiento de Alicante, según una encuesta. La clave está en la participación

Los resultados de una amplia encuesta electoral de la Universidad de Alicante vaticinan un sorprendente giro político en los gobiernos de las dos principales instituciones de la provincia de Alicante. Según ese sondeo, que incluye 3.200 encuestas hechas en 45 municipios entre noviembre y diciembre pasados, el PP sigue siendo el partido más votado tanto en el Ayuntamiento de la capital como en la Diputación, aunque perdería sus actuales mayorías absolutas. Esto posibilitaría la formación de gobiernos de izquierda con el PSPV y EU, y con el Bloc Nacionalista para la Diputación.

Todas las formaciones políticas que concurren en las elecciones locales y autonómicas en la provincia de Alicante estaban anoche a la expectativa de conocer la encuesta realizada en la Universidad de Alicante por el doctor en Ciencias Políticas y Sociología, Antonio Alaminos. La expectación estaba más que justificada debido a la amplitud del sondeo (3.200 entrevistas efectuadas en 45 muncipios de la provincia alicantina) y, sobre todo, por el sólido prestigio y credibilidad con que cuentan los informes de este sociólogo en el mundo político. La clase política alicantina sabe que en precedentes convocatorias electorales sus vaticinios han coincidido con los resultados arrojados por las urnas, incluido el arriesgado cálculo de los comicios generales de 1996, cuando anunció un empate de escaños entre socialistas y populares en Alicante, mientras el resto de encuestas apostaban por una holgada victoria del PP. Las respuestas obtenidas por 230 alumnos ya han sido tabuladas. A ellos les corresponde ahora, como parte de su trabajo de clase, extrapolar los datos de campo a resultados electorales y reparto de escaños en litigio. Antonio Alaminos, sin embargo, ya ha extraido sus conclusiones, y augura la pérdida de la mayoría absoluta del PP en Alicante. El sociólogo matiza que se trata de una lectura "objetiva" de la encuesta, y que todo proceso electoral está sujeto a infinidad de variables conforme se aproxima el día de la votación. "En este caso, parece claro que el resultado más acertado lo daría un estudio que se realizara en mayo", fecha en la que las fluctuaciones en la intención de voto serían mínimas. El estudio, planteado más como un análisis de tendencias frente a resultados concretos, señala que el PSPV mantendría "muy estable" su suelo electoral, y mejoraría resultados al acaparar el 60% de los nuevos votantes, aquellos que en 1995 no disponían de la mayoría de edad, con peso específico importante en el censo electoral. Sólo un 20% de ese nuevo electorado se inclina por votar al PP, idéntico porcentaje que conseguiría la coalición EU. Para Alaminos, la tendencia del voto joven puede entenderse como "una respuesta" a las prácticas de gobierno del PP. "Se trata de un voto más de centro que de izquierda, pero se constata un desplazamiento hacia el PSPV", comentó. En términos porcentuales, el PP aventaja al PSPV en 8 puntos en el conjunto de la provincia. La diferencia disminuye a seis puntos en la capital, lo que significaría recortar a la mitad la diferencia registrada en 1995, cuando el PP consiguió la mayoría absoluta por la mínima, con 14 concejales frente a 13 que sumaba la oposición. Por lo que respecta a otros municipios de tamaño medio, la encuesta señala una importante recuperación del voto socialista en Elche. En esta ciudad, el PSSV aventaja hoy en cuatro puntos al PP, partido más votado en la última convocatoria municipal. Algo similar ocurre en Elda, mientras el PP consolidaría mayorías absolutas amplias en Orihuela y Benidorm. El voto útil, a la izquierda Para Antonio Alaminos, en esta ocasión se repetirá el fenómeno del "voto útil" de la izquierda a favor del PSPV, lo que se traducirá en una significativa transferencia de papeletas de EU hacia las candidaturas socialistas. La coalición, sin embargo, alcanzaría el porcentaje electoral mínimo para alcanzar representación en las instituciones, lo que posibilitará hipotéticos pactos poselectorales para descabalgar al PP de los gobiernos. "EU va a pegar un bajón potente", auguró el sociólogo. El futuro equipo de gobierno de la Diputación de Alicante también cambiaría, "posiblemente", de color. Según el estudio, los diputados del PP sumarían la mayoría simple en la Corporación provincial, y un pacto tripartito (PSPV, EU y BNV) daría el gobierno a la izquierda, desalojaría de la presidencia a Julio de España y volvería a coger la vara de mando su antecesor, el socialista Antonio Mira-Perceval. Entre sus conclusiones, Alaminos destaca que el voto de castigo a los socialistas no se renovará el 13 de junio. "La izquierda tiene un electorado robusto, y eso en el PP no pasa", señaló. "De ahí la estrategia de dar un giro al centro. Para consolidar su segmento electoral base". Solicitar el voto en clave negativa no dará resultados en esta ocasión. Así, mientras en 1995 aquellos que declaraban su intención de votar PP confesaban que lo hacían principalmente para evitar un nuevo triunfo de la izquierda, ahora señalan que lo harán por simpatía y afinidad ideológica. Frenar un ascenso al poder del PSPV figura en la tercera posición, y al final del listado el electorado popular coloca a los líderes del partido. Con respecto a los virtuales votantes de izquierda, la ideología es la causa principal de su inclinación, seguida de la simpatía con el partido y los candidatos. Evitar un triunfo de la derecha se coloca en la última posición.El sondeo pone especial énfasis en la participación, como elemento clave para que la balanza se incline hacia uno de los dos bloques ideológicos en pugna por el poder. "La participación mandará sobre los resultados", aseguró ayer categórico el profesor Antonio Alaminos. La lectura de los resultados de la encuesta son claros: a mayor afluencia a las urnas, mejor para el PP. La abstención, en esta ocasión, favorecerá a las siglas de izquierda. Alaminos afirma que cuando se profundiza en el sondeo, la intención manifiesta de participar en las elecciones puede situarse en una horquilla entre el 65% y el 70% del electorado. Clave fundamental en el resultado final será lo que los sociólogos denominan "abstención selectiva", que será perjudicial para todos los partidos, pero muy especialmente para el PP. La teoría sería tan simple como que los virtuales votantes de este partido, seguros de la victoria, no considerarían imprescindible su voto. Esa circunstancia, unida a la tendencia al alza del "voto útil" de la izquierda, puede llevar a Zaplana a una legislatura similar a la que está a punto de finalizar. El conocimiento y valoración de los principales líderes políticos merece un punto y aparte. El 80% de la población conoce a Eduardo Zaplana, mientras su principal rival, el socialista Joan Romero, no pasa del 50% de conocimiento. A la hora de valorarlos, Romero gana en el terreno personal, pero pierde en el perfil político. Para los encuestados, las cualidades personales de Zaplana (honestidad, sinceridad, carácter dialogante) son deficientes, y sin embargo se valora positivamente su capacidad para gobernar, el tener las ideas claras para el futuro de los valencianos y su capacidad para solucionar problemas. Romero se sitúa en el polo contrario: muy valorado en el terreno personal, y muy poco en su perfil como político capaz de llevar las riendas de la Generalitat.

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