_
_
_
_

La policía achaca el aumento de accidentes en la M-30 en un 24% a que los radares no funcionan

Antonio Jiménez Barca

Durante el año pasado se produjeron, de media, casi cinco accidentes diarios en la M-30, un 24% más que en 1997. La Policía Municipal, en su memoria de 1998, señala que ese dato negativo se debe a que ha subido la velocidad (de 68 a 71 kilómetros por hora) debido a que los automovilistas conocen "la imposibilidad de funcionamiento de los equipos de radar". A más velocidad, más accidentes, más heridos, más muertos: 15 personas fallecieron el año pasado, siete más que en 1997. El socialista Eugenio Morales cree que el PP "ha abandonado" la vigilancia de esa vía.

Estos datos son sólo una parte, sustancial por los numerosos vehículos que pasan por la M-30 todos los días, de la memoria de la Policía Municipal de 1998, que constituye una radiografía de la circulación en la ciudad y de sus problemas principales. Los puntos más importantes de ese informe son los siguientes:- Los radares de la M-30. Los policías no se pueden instalar ya con sus coches-radar en la M-30 con la comodidad de antes debido a que, según explica el socialista Morales, se han derribado los muretes que separaban un sentido de la circulación del otro en algunos tramos de la autovía. "Hasta hace un año, más o menos, los agentes se colocaban debajo de algunos puentes de esta vía al lado de los muretes. Pero ahora ya no hay nadie", explica el concejal socialista. En 1998, la policía tuvo conocimiento de 1.746 accidentes en la M.30, 345 más que el año anterior; 1.020 personas resultaron heridas (281 más que en 1997), y 15, muertas (ocho en 1997). Hace más de dos años, el concejal de Circulación y Seguridad, José Ignacio Echeverría, del PP, ya era consciente de lo difícil que lo tenían los policías para colocar el radar en la M-30. "Se hace imposible encontrar un lugar adecuado para situar los vehículos de la polícía sin que representen un peligro para los otros automovilistas", dijo entonces el edil. En aquella fecha, Echeverría prometió la instalación de radares fijos en postes para evitar el problema. En octubre del año pasado, tras escuchar en un pleno las críticas de Morales sobre accidentes en la M-30, el responsable de la circulación volvió a proponer como solución los radares fijos en postes. Aunque no adelantó ninguna fecha para su instalación. - Fuga de conductores.Los automovilistas madrileños son cada vez más insolidarios e irresponsables, a juzgar por los datos de la Policía Municipal relativos a casos de conductores que huyen después de verse envueltos en un accidente de tráfico. En 1998 se registraron 906 infracciones de este tipo, un 18,8% más que en el año anterior. La policía apunta una causa: "Muchos conductores quieren huir de la prueba de alcoholemia". En 129 ocasiones el automovilista se dio a la fuga después de atropellar a un peatón. El socialista Morales considera "necesario" emprender una campaña de concienciación.

- Más velocidad. La velocidad media del tráfico en la capital subió el año pasado ligeramente en el centro, de 14,02 a 14,25 kilómetros por hora, y algo más en la M-30 (de 68,0 a 71,7 kilómetros por hora). Para los agentes, ésta es una de las razones del aumento de accidentes. A pesar del incremento, la velocidad media se encuentra por debajo de los índices de 1996.

- Más accidentes, más heridos. No sólo hay más accidentes en la M-30. También se han registrado más siniestros en la capital: en 1997 la policía tomó nota de 18.225 desgracias. Este número llegó a 19.290 el año pasado. El número de heridos también se ha incrementado: 11.388 en 1997 por 12.348 en 1998. La Policía Municipal considera que la solución para que la tendencia de esta estadística se invierta hay que buscarla "en una buena educación vial". Añade el texto que los cursos que los agentes imparten en colegios "deberían extenderse a centros de trabajo, institutos y universidades". El concejal Morales, en cambio, considera "directamente responsables de la situación" al concejal de Circulación y al alcalde. "Estas dos personas han conseguido que Madrid sea una ciudad peligrosa, en la que se va muy rápido de un atasco a otro", añade.

- Atropellos a ancianos. Durante 1998, el número de atropellos en las calles de Madrid descendió. En 1997, los coches arrollaron a 1.874 peatones. En 1998, la cifra bajó a 1.844. De cualquier forma, los muertos por este tipo de accidentes son los mismos que hace dos años: 53. De éstos, 24 son personas mayores de 60 años. Un dato "escalofriante", según Morales, quien asegura que en los últimos tiempos "los semáforos cada vez dejan más tiempo para que pasen los coches en detrimento de los peatones". "Ahora mismo, yo recuerdo varias calles en las que para cruzar hace falta correr, y eso es muy peligroso", añadió el concejal.

Según ilustra la última memoria de la Policía Municipal, la víctima de más de un tercio de todos los atropellos registrados en la capital es siempre una persona mayor de 60 años.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_