Zaplana y Farnós defienden nuevas fórmulas de gestión sanitaria "inteligentes" y menos rígidas
El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, aprovechó ayer la inauguración oficial del hospital de Alzira para ofrecer "consenso" a la oposición sobre el modelo de gestión privada estrenado en el centro de La Ribera, bendecido por el obispo de Valencia. Zaplana defendió fórmulas inteligentes de gestión y negó que se hayan seguido criterios economicistas. El consejero de Sanidad, contrario a la rigidez de la gestión pública, defendió la competitividad entre hospitales, para que se ganen a sus enfermos. La oposición criticó la resolución que autoriza a todos los médicos de Alzira a utilizar recetas oficiales.
Acompañado del obispo de Valencia, Agustín García-Gasco, Zaplana pidió ayer en Alzira que el sistema público sanitario y la fórmula de gestión implantada en el nuevo hospital de La Ribera no sean "objeto permanente de debate" e hizo un llamamiento "a todo el mundo, desde la discrepancia o la coincidencia, para aunar voluntades". En su discurso de inauguración, Zaplana atajó las críticas al modelo de gestión escogido por el PP y negó que se hayan seguido criterios economicistas o de rentabilidad. Lo único que se persigue, dijo, es "humanizar" y "mejorar la calidad del servicio". En su opinión, un sistema público deficitario será siempre un mal sistema, por lo que abogó por buscar nuevas fórmulas "inteligentes" de gestión. "Debemos mejorar el sistema y adaptarlo a las nuevas exigencias", señaló, tras apostar por los incentivos, la competencia y los criterios de eficacia y eficiencia. El Consejero de Sanidad, Joaquín Farnós, alabó la gestión "totalmente empresarial" y, después de reconocer que el de ayer era uno de los días más felices de su vida, señaló que el nuevo hospital marca una época y un camino. En la tertulia rediofónica de Ràdio 9 en la que participó el consejero por la mañana, horas antes de la inauguración oficial del hospital, se mostró contrario a la rigidez de la gestión pública y dijo que los expertos dirán si el modelo elegido para Alzira es bueno y merece implantarse en otros centros. Farnós habló de abrir caminos a la incentivación y dijo que en adelante, los hospitales van a a competir entre ellos "para ganarse a sus enfermos". "Vamos a estimular que el profesional se supere y lo haga mejor", dijo, y añadió que a partir de ahora se aplicará un pago capitativo como en Alzira, al resto de lso hospitales: "Les daremos dinero según los ciudadanos asignados", dijo, en clara defensa de la autonomía de la gestión. "Defectos de rodaje" Tras los primeros 40 días de vida del hospital, ya han proliferado las quejas entre los 7.500 usuarios del servicio de Urgencias del centro, algunos de los cuales afirman haber esperado cuatro horas para ser atendidos. El portavoz de Adeslas, máxima accionista del hospital, Antonio Burgueño, atribuyó estos retrasos a "defectos de rodaje", ya que el personal "no ha adquirido todavía la destreza necesaria en el uso del sistema informático". Las previsiones son que el tiempo de atención se reducirá a dos horas y media a partir de marzo. Además de los problemas de traslado de enfermos en autobús, a los usuarios del hospital les preocupa el posible cobro de la cama del acompañante que existe en las habitaciones individuales. Mientras el gerente del centro, Alberto de Rosa, aseguraba ayer que el coste quedará cubierto, Burgueño advertía que tanto el uso de estas camas como la utilización del aparcamiento, los televisores y otros servicios se van a prestar a través de una concesión a otra empresa, para que los explote. En cualquier caso, Burgueño advirtió que el problema habrá que "hablarlo" con la consejería. El hospital sigue sin licencia de actividad y primera ocupación, aunque los dirigentes de la Unión Temporal de Empresas que gestiona el hospital están convencidos de que el Ayuntamiento no lo cerrará. Entretanto, Nova Esquerra y EU-Els Verds manifestaron ayer su sorpresa por la resolución del consejero que autoriza a todos los médicos de Alzira a utilizar recetas oficiales del Sistema Nacional de Salud, pertenezcan o no al sistema público, e instaron a la consejería a que aplique el mismo criterio en los hospitales que no las pueden utilizar.
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