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El déficit de caja del Estado se redujo un 45,6% en 1998, gracias a que se recaudó un 9,2% más

La diferencia entre ingresos y pagos no financieros del Estado en caja fue el pasado año de 1,11 billones de pesetas, un 45,6% menos que en 1997. Esta cifra es la más baja desde 1991. La reducción del déficit se ha conseguido, sobre todo, gracias a que la recaudación creció un 9,2% sobre 1997 y fue casi un billón superior a lo presupuestado. Los gastos aumentaron un 3%, pero superaron en 582.600 millones a lo previsto. El exceso de ingresos se ha destinado a reducir el déficit aunque también a elevar la inversión y a canjear deuda.

Según datos de la Intervención General de la Administración del Estado, la cifra de déficit en caja en 1998, es decir, la diferencia entre ingresos y pagos efectivamente realizados, fue inferior a la prevista en 365.000 millones de pesetas y se situó casi un billón por debajo de 1997. El secretario de Estado de Presupuestos, José Folgado, calificó este recorte de "muy intenso".Según Folgado, los resultados en caja permitirán cumplir holgadamente el objetivo de déficit en contabilidad nacional (ingresos menos pagos comprometidos), situado en el 1,5% del PIB para el Estado. Las cifras definitivas se darán a conocer en febrero.

La causa del fuerte retroceso en el déficit de caja se encuentra más en el elevado aumento de los ingresos que en la moderación de los gastos. La recaudación ha crecido un 9,2% sobre la cifra de 1997 y ha superado en 947.600 millones de pesetas al presupuesto inicial. Los pagos han aumentado un 3%, pero han rebasado en 582.600 millones de pesetas la cifra prevista.

Todos estos datos se han calculado en términos homogéneos, es decir, una vez descontada de los ingresos la participación de las comunidades autónomas en el 15% de recaudación por IRPF y descontada también la correspondiente partida en los pagos, tanto para 1997 como para 1998.

La elevación de los ingresos responde, a su vez, al alto crecimiento económico y del empleo y al aumento del 13,2% en los beneficios del Banco de España. La actividad económica aumentó en torno al 3,8% (aún no hay datos definitivos) en términos reales, es decir, descontada la inflación, cuando lo previsto era un 3,4%.

Esto ha permitido que la recaudación por IVA, directamente ligada al consumo, haya crecido un 9,3% con respecto a 1997. También este factor ha permitido elevar un 15,8% los ingresos obtenidos de los impuestos especiales. Igualmente, los altos beneficios de las empresas se han traducido en un incremento del 15,8% en la partida correspondiente al impuesto de sociedades.

Aquí se incluyen también parte de los ingresos por privatizaciones (326.100 millones en 1998 frente a 177.200 en 1997) en forma de plusvalías. El capítulo de ingresos patrimoniales (un 6,4% de crecimiento) se ha beneficiado de los ingresos procedentes del Banco de España (717.400 millones de pesetas, un 13,2% más que en 1997), pero registra un agotamiento del filón de las privatizaciones.

Los ingresos por este concepto alcanzaron el pasado año los 457.900 millones de pesetas, un 15,1% menos que el año anterior. La diferencia entre ingresos por plusvalías de privatizaciones y los derivados directamente de la venta de empresas públicas responde a que las primeras se ingresan con varios meses de retraso.

El IRPF creció un 1%

Capítulo aparte es lo sucedido con el IRPF, el principal de los impuestos. La recaudación apenas ha crecido un 1%, lo que contrasta con la elevada creación de empleo.Según Folgado, este hecho responde a que durante 1998 se ha acelerado el ritmo de las devoluciones (un 14% más que en 1997) con el fin de dejar el Presupuesto de 1999 más libre de cargas y poder afrontar el elevado coste de la reforma del IRPF. Otra causa, añadió, son las cantidades pendientes de ingresar por retenciones tanto de la Seguridad Social como de las comunidades autónomas. Eliminados estos efectos, la recaudación por IRPF habría crecido un 6,5%. También ha influido que las retenciones por rentas del capital han descendido un 14,4%. Con todo, la recaudación por IRPF fue 273.700 millones inferior a lo previsto.

El exceso en todos los ingresos habría permitido reducir más el déficit, pero el Gobierno ha decidido aprovechar este margen para elevar la inversión pública (184.300 millones más de lo previsto) y canjear deuda a precios más baratos por un total de 210.000 millones de pesetas. También en gastos corrientes la cifra inicial ha sido superada, en 215.800 millones.

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