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Francia propone incrementar la vigilancia sobre los fondos de riesgo

Para llegar a una mayor estabilidad monetaria, objetivo que el primer ministro japonés Keizo Obuchi reclama estos días en Europa, Francia propondrá al G-7 y al resto de las instancias internacionales incrementar la vigilancia de los fondos especulativos y reforzar el papel que desempeña el comité interino del Fondo Monetario Internacional (FMI).El primer ministro Lionel Jospin reiteró ayer a Keizo Obuchi el compromiso francés, suscrito la víspera por el presidente Jacques Chirac, de asegurar una mayor estabilidad de los cambios entre las tres grandes divisas. Esta disposición no llega, en todo caso, a compartir la idea, expuesta recientemente por el ministro alemán de Finanzas, Oskar Lafontaine, y por el propio presidente del FMI, Michel Camdessus, de marcar una serie de áreas geográficas sobre las que los bancos centrales intervendrían en el supuesto de grandes turbulencias monetarias.

En París, de donde partió ayer vía Roma, el primer ministro japonés ha insistido en la idea de que la estabilidad de los mercados de cambio va a tener "una importancia crucial para el conjunto de la economía mundial". Además de evitar la marginación del yen, Japón quiere aprovechar la pérdida de la hegemonía del dólar que ha traído consigo el nacimiento del euro para tratar de internacionalizar su divisa, terreno en el que Japón lleva un retraso notable.

Sin pretender alcanzar la paridad con el dólar y el euro, Obuchi dice estar decidido a facilitar ese objetivo de la internacionalización del yen a través de una reforma del sistema financiero y una mayor adaptación institucional al funcionamiento monetario mundial.

Efectos de la crisis

Pese al humor de que ha hecho gala durante su estancia en la capital francesa, Keizo Obuchi no tiene verdaderamente motivos para relajarse a la vista de la economía de su país. Los intereses de las obligaciones japonesas se han triplicado en los cuatro últimos meses poniendo en mayores aprietos a las empresas endeudadas y a los bancos.

La Bolsa de Tokio cerró ayer con pérdidas de 144,75 puntos, un 1,7%, en un contexto marcado por la alta volatilidad en los mercados de cambio internacionales y la fortaleza del yen.

Un efecto de la crisis que azota al país asiático es que el número de turistas japoneses que salieron al extranjero el pasado año descendió un 6%, la primera reducción desde el año 1991, según datos ofrecidos ayer por la principal agencia de viajes de Japón, la Japan Travel Bureau.

Las ventas de vehículos importados a Japón, incluidos los de marcas niponas fabricados fuera del país, bajaron un 24,4% en 1998, el segundo año consecutivo en que se produce un descenso, según informó ayer la Asociación de Importadores de Automóviles.

La empresa petrolífera Cosmo Oil, la tercera más importante de Japón en ventas, anunció ayer por su parte que despedirá en los próximos cinco años al 40% de su plantilla, unas 1.620 personas.

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