La gripe acapara las consultas telefónicas a los servicios de urgencia del Insalud
La tasa actual es de 56 casos por 100.000 habitantes, un poco menor que el año pasado
La invasión de los servicios de urgencias catalanes por centenares de griposos ha provocado cierta psicosis sobre esa enfermedad en todo el país. Las llamadas al teléfono 061, en el que el Insalud atiende urgencias y consultas, se han duplicado en la última semana debido a la preocupación por la gripe, una dolencia banal, aunque molesta, que sólo requiere tratamiento de emergencia cuando se complica con otras enfermedades en pacientes de riesgo. La realidad es que la epidemia de este año no tiene nada de particular, y muestra aún una incidencia más bien baja: 56 casos por cada 100.000 españoles.
No han cambiado mucho las cosas desde que Gregorio Marañón formuló su celebérrima sentencia disuasoria en la primera mitad del siglo: "La gripe se cura en una semana con tratamiento y en siete días sin tratamiento". Muy poco puede hacer un servicio de urgencias cuando le llega un paciente de gripe a menos que se trate de una complicación grave. Las personas sin factores de riesgo que acuden a urgencias con los síntomas vulgares de una gripe hacen gala de excesiva aprensión y, en algunos casos, escaso civismo.Las excepciones son los mayores de 65 años y los enfermos crónicos de pulmón, corazón o con graves dolencias de las vías respiratorias, aunque también es lógico el nerviosismo cuando el enfermo es un niño. Incluso en estos casos, los especialistas recomiendan en general acudir al médico de cabecera, no a los servicios de urgencias. La situación hizo que el ministro de Sanidad, José Manuel Romay Beccaría, apelara el lunes a los enfermos para que no fueran a los hospitales, sino a los servicios de atención primaria.
La directora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, Odorina Tello, apela al sentido común: "En la gran mayoría de los casos, la gripe es una enfermedad banal. Casi todo el mundo la ha pasado alguna vez y sabe bien cuáles son sus síntomas vulgares; sólo cuando se encuentren muy enfermas, con síntomas fuera de lo normal, deberían acudir al médico de cabecera, y nunca automedicarse".
Aliviar los síntomas
Salvo en esos casos excepcionales, lo mejor es adaptarse a la máxima de Marañón y tomárselo con calma. No existe ningún tratamiento curativo: todo lo que se puede hacer es paliar los síntomas con analgésicos y antipiréticos. El paracetamol es el más común; no conviene administrar ácido acetilsalicílico a los niños. La gripe es un virus, y los antibióticos no tienen el menor efecto, salvo en caso de complicaciones bacterianas extraordinarias, que deberían ser examinadas por un médico.
Según los datos de Epidemiología, el número de casos de gripe en España permanece bajo por el momento: 56 por cada 100.000 habitantes, una cifra muy similar a la del año pasado (unos 60 casos por cada 100.000 habitantes). Se considera que hay un brote epidémico por encima de los 400 casos por cada 100.000 habitantes.
Las cifras crecerán con seguridad en las próximas semanas, puesto que el ciclo del virus siempre alcanza un máximo en España entre finales de enero y principios de febrero. El año pasado se alcanzaron los 320 casos por 100.000 habitantes en la primera semana de febrero.
Los virus de la gripe son muy variables, pero se pueden clasificar en dos tipos principales, A y B. El 90% de los casos de este año en España son de tipo B, una variedad que generalmente no da lugar a epidemias muy extendidas, sino a pequeños focos de difusión limitada. Por lo demás, los síntomas provocados por ambos tipos de virus son muy similares: la conocida mezcla de fiebre, jaqueca, dolores musculares y tos intensa, ocasionalmente complicada con náuseas, vómitos y otras molestias digestivas.
Otra ventaja de los virus de tipo B, predominantes este año, es que afectan más levemente a los mayores de 65 años, en los que la infección es más peligrosa. Además, muchas personas que ya hayan estado afectadas por esa cepa de virus en años anteriores permanecerán todavía inmunizadas contra ella.
Las vacunas contra la gripe son bastante efectivas: evitan la enfermedad en muchos casos, y reducen su gravedad en muchos otros, lo que puede resultar crucial en los pacientes de alto riesgo, que pertenecen justamente al grupo en el que los especialistas recomiendan la vacunación. Pero esta temporada ya es tarde para vacunarse, puesto que ese fármaco sólo estimula el sistema inmune a las tres o cuatro semanas de ser administrado, y para entonces ya se habrá pasado el máximo del ciclo anual del virus.
Vacunación para el otoño
Para la temporada que viene, que empieza en otoño de 1999, los especialistas aconsejan la vacunación antigripal en personas con trastornos crónicos de los sistemas pulmonar y cardiovascular, incluidos los niños asmáticos; en los médicos y otros trabajadores de hospitales que tengan contacto con enfermos crónicos; en personas mayores de 65 años, y en pacientes con enfermedades metabólicas crónicas, como la diabetes.
La vacuna también está indicada en pacientes de enfermedades menos frecuentes, como ciertas disfunciones renales y alteraciones de la hemoglobina. Y también en personas inmunosuprimidas. Es aconsejable que estos grupos busquen el consejo de su médico de cabecera en septiembre. Por razones desconocidas, Andalucía suele padecer un mayor número de casos que el resto de España. La temporada pasada alcanzó los 720.000, más o menos un 10% de la población andaluza. Pero este año, el virus no se presenta especialmente violento en aquella comunidad, informa Jesús Arias desde Granada.
José María Navarro, especialista de Bacteriología y Virología del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, explicó ayer que los niños y los adultos jóvenes son este año los más vulnerables a la enfermedad, que empezó a ser detectada en la región hace unas tres semanas. "Además, la cepa que hemos detectado es muy parecida a la de la vacuna que se había preparado", dijo Navarro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.