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Denuncia contra Fertiberia y Foret por sus vertidos tóxicos

Los ecologistas exigen responsabilidades a la Junta de Andalucía

Ecologistas en Acción (que agrupa a la mayoría de colectivos verdes del país) denunció ayer ante los juzgados de Huelva por presunto delito medioambiental a los directores de las fábricas Fertiberia y FMC Foret. Responsabilizan a los directivos de las fábricas, situadas en el polo químico onubense, del vertido de 50.000 metros cúbicos de agua ácida a la ría, tras romperse una balsa de decantación.

La denuncia de los ecologistas solicita la exigencia de responsabilidades, en las que pueden haber incurrido, además, el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, del PP, "por otorgar la licencia de obras"; el delegado provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, el socialista Manuel Eugenio Romero, "por dar los permisos de vertido", y el jefe provincial de la Demarcación de Costas, Gabriel Cuenca, "por la concesión del uso de la Zona de Dominio Marítimo Terrestre".Ecologistas en Acción sostiene que el vertido a la ría de Huelva asciende a unos 500.000 metros cúbicos, 10 veces más que lo reconocido por la Junta, "ya que la balsa albergaba casi un millón y su volumen se encuentra a la mitad aproximadamente", según explicó Juan Romero, portavoz de la organización. Los ecologistas denunciaron el 3 de diciembre de 1996 ante el juzgado el vertido de fosfoyesos a las marismas del Tinto y, posteriormente, presentaron un recurso contra un proyecto para su transporte interior que se ejecuta desde 1997. "Las instalaciones siguen sin presentar garantías para la preservación del medio ambiente. Aun así, la zona ya alberga 80 millones de toneladas de fosfoyesos y se pretenden almacenar 40 millones más en los próximos 14 años", afirma Romero.

Los ecologistas explicaron que la presión que los fosfoyesos ejercen sobre la marisma "puede llegar a taponar la desembocadura del río Tinto, que ya sufre filtraciones desde las balsas". La organización dio un toque de atención a las administraciones "para que eviten este tipo de incidentes medioambientales" que, añadió Juan Romero, "suman cuatro en Andalucía en los últimos meses: la rotura de dos balsas en Huelva, el escape de Acerinox [Cádiz] y la catástrofe de Aznalcóllar".

Por su parte, el alcalde de Huelva acusó a la Junta de Andalucía de "autorizar que llenen de fosfoyesos una zona a 100 metros de la ciudad" y aseguró que el Ayuntamiento concedió la licencia para la balsa siniestrada como "mal menor", con el fin de que el vertido se realizase en circuito cerrado y se recuperasen las aguas que antes se vertían directamente a la ría onubense.

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