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Entrevista:

ANTONIO CAMBRIL PERIODISTA "El desastre de Cuba fue la antesala de la guerra civil"

Se fue a Cuba de vacaciones y regresó con un libro debajo del brazo. El periodista Antonio Cambril (Larache, 1958) sostiene en su trabajo Cuba 1898: el sol se puso, dedicado a analizar el papel de la prensa en la guerra en la que se perdió la última colonia, algunas teorías rotundas. "El desastre de Cuba", afirma, "fue la antesala de la guerra civil española, porque los militares pensaron que no habían sido lo suficientemente duros".También cree que España, al perder a todos sus enemigos exteriores, los buscó dentro. "Los comunistas", dice, "se convirtieron en los moros, los judíos y los herejes de antaño" Pregunta. ¿Cómo surgió la idea de este libro? Respuesta. Para ser sincero, yo sólo quería descansar. Fui a Cuba en busca de entretenimiento y me propusieron escribir un artículo sobre el papel de la prensa en la guerra de 1898. Empecé a escribir y escribir y el artículo se convirtió en libro. P. ¿Le cambió su visita a la isla su perspectiva sobre Cuba? R. Sí, mucho. De hecho, yo iba predispuesto a escribir algo en favor del régimen de Castro. Y no he podido. Sinceramente, después de ver la isla, lo que pasa allí, no se puede escribir bien sobre Castro. P. ¿Por qué se perdió Cuba? R. Hay una frase que se repite mucho allí, y que es bastante cierta: "La historia enseña que España nunca aprende". España, al final del siglo pasado, ya no era una potencia ni de segundo orden, y Cuba está demasiado cerca de Estados Unidos. Cuba se perdió por la intransigencia de la burguesía española, una burguesía llena de mercaderes. P. ¿Cuál fue el papel de la prensa en la guerra? R. Muy importante. Y curiosamente, los periódicos continuaron en manos de los españoles durante mucho tiempo, hasta los años cincuenta. De hecho, el antiamericanismo de hoy en Cuba nace de los periódicos de entonces, del odio de los españoles hacia los Estados Unidos. P. En su libro, usted afirma que la guerra de Cuba fue el preludio de la guerra civil. R. Sí. La derrota de Cuba dejó en los cuarteles militares la sensación de que se había perdido la guerra porque España había sido demasiado blanda, porque no se había actuado con dureza contra el enemigo. Y esa idea estuvo presente durante casi cuarenta años, alimentando a militares como Primo de Rivera o Franco. Ángel Ganivet, equivocadamente, pensaba que, una vez que se perdiera la última colonia, después de siglos batallando por todo el mundo, España se renovaría. No fue verdad. Después de cinco siglos de guerras, los militares españoles, al no tener un enemigo externo, lo buscaron dentro, y se ensañaron con él. Los comunistas, los anarquistas, se convirtieron en los moros, judíos o herejes de antaño.

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