Solidaridad a pie de duna
Carece de todo lo necesario para vivir dignamente, y su dependencia de la solidaridad internacional es absoluta. El pueblo saharaui, refugiado en territorio argelino desde la ocupación marroquí en los primeros compases de la transición política española, acogió el lunes con aplausos el anuncio de que la Comunidad Valenciana incrementará su ayuda institucional en los próximos meses. Una delegación de cinco parlamentarios trasladó el mensaje al líder del Frente Polisario, Mahamed Abdelaziz, en el transcurso de un encuentro celebrado en la sede del gobierno saharaui en Rabbouni, en la región argelina de Tindouf. Las diputadas por el PP Rosario Vicent y Mayra Barriera, y los socialistas Leandro Picher, María Antonia Armengol y Josefa Tornero, viajaron a los campamentos civiles en representación de la Mesa de las Cortes, y anunciaron su firme decisión de impulsar programas de cooperación a través de propuestas que deberá asumir el Consell que preside Eduardo Zaplana. Los parlamentarios dejaron claro a Abdelaziz el papel legislativo de las Cortes Valencianas, aunque se comprometieron a proponer al Ejecutivo que intensifique la ayuda al pueblo saharaui. "Después de conocer la cruda realidad trataremos de ampliar la relación bilateral entre los pueblos valenciano y saharaui, y estamos a vuestra disposición para lo que haga falta", remarcó el portavoz de la delegación, el diputado Leandro Picher. Alicante, cercano Esa realidad es para echarse las manos a la cabeza. En medio de un trozo de desierto cedido por Argelia, más de 200.000 personas sobreviven en condiciones infrahumanas a la espera de recuperar su territorio. Y lo hacen merced a una perfecta organización que les permite rentabilizar al máximo los escasos recursos, procedentes en su integridad de las caravanas de solidaridad de la vieja Europa que se canalizan a través de Alicante, el punto geográfico más cercano con los puertos argelinos. Alimentos, agua, ropa, productos sanitarios, material escolar, enseres de aseo corporal, baterías, vehículos, placas solares, equipos de megafonía. Todo hace falta en medio de la nada mientras llega la anhelada independencia y la devolución de una parte del planeta que pertenece por derecho al pueblo saharaui. Al margen de los parlamentarios valencianos, cuya misión consistía en trasladar al Frente Polisario una declaración de intenciones, otras instituciones públicas se desplazaron a los campamentos de refugiados para avanzar en firme en los programas de colaboración, y a plazo fijo. Fue el caso de los ayuntamientos de Dénia, Novelda y Agullent, cuyos representantes suscribieron hermanamientos con dos dairas (unidad administrativa equivalente a un pueblo español) en las que se concentran más de 20.000 refugiados. Dénia y Agullent firmaron protocolos de hermanamiento con la daira de Zug, en la wilaya (provincia) de Auserd, y se comprometieron a financiar la dotación de placas solares a las jaimas y la instalación de un servicio de megafonía para hacer llegar a los refugiados todo tipo de mensajes. Sebastiá García y Domingo Montserrat, alcalde y concejal de Dénia, respectivamente, y el edil de Agullent Vicent Villarejo, integraban las delegaciones junto con Paula Espí, presidenta de la Asociación de amigos del pueblo saharaui de la Marina Alta. Hermanamiento La delegación de Novelda estaba encabezada por los concejales Héctor Beltrán y Felipe Barberá, que firmaron el hermanamiento con la daira de Bir-Lehlu, en la wilaya de Smara, aprobado por el pleno de la Corporación en noviembre a propuesta de la asociación local de Amigos del pueblo saharaui, presidida por Ramón Albero, desplazado también hasta Tindouf para formalizar el acuerdo. En este caso, se dotará al poblado de equipos de megafonía y de material de oficina. El objetivo, en ambos caso, es involucrar a la sociedad civil para enviar la ayuda en el viaje de solidaridad que la Universidad de Alicante organiza para el puente de San José.Los hermanamientos responden a una redacción general, en la que ambos pueblos apuestan por redundar "en la mejora de los bienes espirituales y materiales". "Movidos por el espíritu de paz, libertad y prosperidad, hemos decidido hermanarnos", finaliza el documento oficial.
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