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Entrevista:

"La situación actual en Chile nos va a complicar algo la vida"

Miguel Ángel Noceda

La intensidad, a veces rodeada de polémica, parece perseguir a Rodolfo Martín Villa (Santa María del Páramo, León, 1934) por mucho que él quiera mantenerse en segundo plano. Veterano político (dirigente estudiantil, ministro del Interior y vicepresidente del Gobierno con UCD y diputado con el PP), fue propuesto por el actual Gobierno como presidente del grupo Endesa antes de su privatización total, y lo es desde el 11 de febrero de 1997 ("el día de la Virgen de Lourdes", apunta). En política, peleó contra el terrorismo y ahora confía en la tregua de ETA. Y en el mundo de la empresa, nada más llegar a Endesa, se topó con un conflicto envenenado en Chile, que todavía persiste, al conocerse las condiciones del acuerdo entre su empresa y la chilena Enersis. La petición de extradición de Pinochet no viene precisamente a calmar las aguas. En España acaba de realizar dos operaciones ("las primeras como empresa privada") no exentas de polémica: absorción de sus ocho filiales y acuerdo con Gas Natural. En la entrevista está presente Rafael Miranda, consejero delegado.Pregunta. A pesar de que lleva casi dos años en Endesa, se le sigue ligando a la política.

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Respuesta. Uno no puede cambiar su biografía. Yo no lo deseo, y aunque lo deseara, sería imposible. La gran diferencia es que en la vida empresarial hay una gran adecuación entre el esfuerzo y el resultado, y en la política, al menos en los puestos en los que yo he estado, el esfuerzo iba por un lado y el resultado a veces iba por parámetros absolutamente distintos. En este corto tiempo han pasado varias cosas que hubieran podido caracterizar toda una década de la vida de una empresa: se ha culminado la privatización y ya estamos actuando en competencia en el nuevo marco eléctrico; nos hemos asomado a la diversificación fundamentalmente en telecomunicaciones, vamos a ser una parte muy importante del segundo grupo operador; hemos potenciado nuestra presencia internacional, con dificultades, pero la hemos potenciado, y últimamente hemos consolidado el grupo con la absorción de las filiales e incorporación de sus accionistas minoritarios a la matriz, y el gran acuerdo con Gas Natural. Estas cinco cosas han sucedido a la vez. Digerirlo ha tenido bastantes dificultades, pero al final ha sido mucho mejor, porque juntar las cosas te permite soluciones totales.

P. ¿Qué impacto ha tenido la crisis internacional?

R. Al sector eléctrico en general, y a Endesa en particular, la crisis, en cuanto a expresión clara de los valores bursátiles, le ha afectado menos, yo no sé si porque se ha dicho que las eléctricas son un valor refugio o porque Endesa ha mantenido su potencial. Hemos seguido con atención lo que ha pasado y lo que pueda pasar en Latinoamérica, pero no nos hemos sentido especialmente afectados.

P. Al margen de la crisis, en esa área se ha producido un mare magnum que les toca de lleno. Usted ha tenido que declarar como testigo en Chile en un proceso a directivos de Enersis, y ahora las relaciones con España por la petición de extradición de Pinochet se han enconado.

R. Durante algún tiempo vamos a tener que convivir con acciones de tipo jurídico, en algún caso contra nosotros, y en otros, por problemas que se hayan suscitado en torno a la operación. Que se haya convertido en un acontecimiento el hecho de que yo haya ido a declarar como testigo por un tema administrativo me parece un poco desmesurado. Pero estamos extraordinariamente satisfechos en Enersis. Tenemos un 32%, tres consejeros de un total de siete y yo soy vicepresidente. Estoy muy dedicado a ese tema, que tiene toda clase de connotaciones: unas propias del negocio y otras ajenas. La situación actual nos va a complicar algo la vida desde el punto de vista político, según cómo discurran las cosas, pero si yo he aprendido algo de Chile este año es que es un Estado de derecho, y, por lo tanto, al final las decisiones son de jueces y de tribunales independientes.

P. ¿Qué opina de las decisiones que se han tomado desde el Gobierno español al respecto?

R. Precisamente por venir de la política debo ser absolutamente respetuoso con lo que ha decidido el Gobierno. Y, por lo tanto, sobre ese tema no opino.

P. Pero, evidentemente, esto puede afectar al desarrollo inversor y empresarial en Chile...

R. No. Si no tuviéramos las limitaciones de la legislación de fondos de pensiones (nuestro 32% en Enersis se corresponde con otro 32% de las administraciones de un fondo), apostaríamos por tener mayor participación.

P. ¿Y eso lo impide ahora mismo la legislación de Chile?

R. No exactamente. La legislación hace que la participación de las administraciones de fondos de pensiones se relacione con la participación de los grupos llamados de control, y que en el caso concreto de Enersis, no pueda pasar del 32%. Es verdad que esto se puede cambiar con una modificación estatutaria que requiere el 75% de las acciones de la empresa. Esa modificación tiene sus dificultades, crea una situación bastante rígida.

P. ¿Y ustedes quieren hacer esa modificación?

R. Nos gustaría tener una posición mayoritaria.

P. De más del 50%.

R. Sí. Lo cual refleja claramente que lo que intentamos es seguir apostando en la dirección en que habíamos apostado de expansión, con independencia de todas las dificultades que hayamos tenido y que podamos tener.

P. ¿Y cuándo lo piensan hacer?

R. Es un asunto que no depende de nosotros. Para llegar al 75% de los votos en Enersis necesitamos sumar a nuestro 32% otro 43%.

P. Se hace una junta de accionistas y se pide el voto para cambiar los estatutos y ya está.

R. No te puedes meter en una operación de ese estilo si no tienes una posibilidad bastante cierta.

P. ¿Hay que ir a la junta con el voto en la mano?

R. El voto de los otros accionistas, que son, fundamentalmente, inversores de la Bolsa de Nueva York y fondos de pensiones chilenos.

P. O sea, ni el conflicto de Enersis ni el posterior de Pinochet han modificado la situación.

R. No. No hemos detenido en absoluto nuestras posibilidades de inversión pactadas con Enersis. Es más, se nos puede decir que estamos en el límite de alcanzar una posición dominante. (Añade Miranda: "De los 3.000 millones de dólares que tenemos invertidos en Latinoamérica, más o menos 2.000 se han hecho después del asunto Pinochet").

P. ¿Y cuánto tienen para invertir en Latinoamérica?

R. De aquí a los próximos cinco años tenemos unas previsiones del orden de 400.000 o 450.000 millones, en Latinoamérica u otros mercados.

P. ¿Cuáles?

R. En este momento, de nuestras inversiones internacionales, el 90% está en Suramérica. Los proyectos nuevos son Marruecos, Brasil y México, y luego queda pendiente el análisis de Centroamérica, que tiene algunas posibilidades, y países maduros como Estados Unidos, Reino Unido e Italia.

P. Volviendo a casa, se había dicho, tras las OPA lanzadas sobre Fecsa y Sevillana, que no iban a desaparecer las filiales y ahora se absorben.

R. No desaparecen. Hemos elegido la fórmula de la absorción de ocho empresas por dos razones. Una, pensando en los propios accionistas, por razones de tipo fiscal, en razón de la neutralidad con que estas operaciones están contempladas en la ley del impuesto de sociedades. Otra, porque es la única forma que nos asegura controlar al 100% las filiales.

P. Ha habido quejas de Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía, de que no se les informó de la operación. ¿No se habló con los distintos Gobiernos autónomos?

R. La verdad es que en cada uno de los ámbitos territoriales va a permanecer una empresa de generación, una de distribución y una de diversificación, en un esquema análogo al actual, e incluso, en la medida de lo posible, vamos a utilizar los distintos nombres comerciales. ¿Que si se lo hemos dicho? La operación no extraña a nadie, ni al presidente de la Junta de Andalucía, porque también se habían mantenido intercambios de opiniones. Pudo sorprender, pero es que nuestra obligación era sorprender, porque si no sorprendemos, la operación no se lleva a efecto.

P. Quizá hubo un poco de nocturnidad.

R. Nocturnidad sí, pero no alevosía. Lo hicimos con toda la intención. El proceso descansaba en un protocolo de fusión que firmaban todos los presidentes de las filiales y tenía que ser antes que los consejos de administración, y la única forma de realizarlo es que ese consejo tuviese lugar una vez cerrada la Bolsa para pedir la suspensión de cotizaciones.

P. ¿A Piqué se lo dijo con la misma nocturnidad?

R. Ya en junio tuvimos conversaciones con el detalle suficiente con Industria. No sólo porque estábamos recién salidos de la privatización, sino porque algunos de los acuerdos deben someterse a autorización administrativa y, por lo tanto, era lógico que lo comentáramos, porque podíamos encontrarnos con acuerdos devueltos al corral por la autoridad.

P. Y con las comisiones de vigilancia, con las que Endesa no ha tenido precisamente experiencias gratas por falta de información. Recuerde las OPA sobre Sevillana y Fecsa, aunque usted no estuviera.

R. Es lógico que al ser, desde el punto de vista de la Bolsa, una operación muy importante, tuviéramos al tanto a la Comisión de Valores, al menos de las líneas generales. Y hemos informado también al presidente de la Comisión del Sistema Eléctrico , porque parte del proyecto afecta a empresas reguladas. La verdad es que ha sido recibido de forma impecable, y el sector, en algunos aspectos, no mantiene posiciones especialmente coincidentes con el presidente de la Comisión Eléctrica. En todos los ámbitos tenemos que estar especialmente reconocidos, aunque quizá es más significativo el de la Comisión Eléctrica, porque casi siempre estamos a la espera de discrepancias, y en este tema estamos ante la concordancia más caballerosa y absoluta.

P. La absorción de filiales ha coincidido con el acuerdo con Gas Natural, no exento de polémica. Parece que a Piqué no le gustó mucho.

R. Al contrario. Primero, Industria estuvo bastante al tanto de la operación. Yo creo que le informé con tiempo más que suficiente. Le pareció bien, pero, en todo caso, hubo tiempo para actuar de otra manera si hubiera habido ese disgusto, y yo no lo percibí, sino todo lo contrario.

P. ¿Piensa que ya ha cumplido en Endesa? Se ha dicho que quiere dejarlo.

R. Mi mandato como consejero es de cuatro años. En junio fui ratificado, y esto significa que la empresa tiene estabilidad garantizada, aunque todos los consejeros estamos a disposición de los accionistas.

Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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