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Detenido el alcalde de Ankara, acusado de favorecer a los islamistas

La policía detuvo ayer al alcalde de Ankara, Melih Gokcek, el último de una serie de políticos islamistas acusados de violar la ley. "Melik Gokcek ha sido detenido bajo la acusación de confabularse para manipular un concurso público", informó la agencia Anatolia. La acusación contra el regidor de la capital turca coincide con la crisis que amenaza al Gobierno laico del primer ministro, el conservador Mesut Yilmaz, que ha perdido el vital apoyo de los socialdemócratas y se enfrenta a una triple moción de censura por corrupción.

Ya en abril trascendió que se investigaba a Gokcek por los supuestos favores concedidos a políticos vinculados a fundaciones islamistas en los fallos de sustanciosos concursos públicos y por el despido improcedente de empleados municipales. Diputados del Partido de la Virtud, al que pertenece el alcalde, se reunieron urgentemente en el Parlamento. "Esto es un ataque y una burla a la democracia. Deja a Turquía en una posición indefendible ante el mundo", declaró el líder del partido, Racai Kutan, según Anatolia.La campaña legal contra los islamistas empezó el año pasado como consecuencia de la presión militar que forzó la caída del primer Gobierno islamista en la historia de la República, presidido por Necmettin Erbakan. Su Partido del Bienestar, que estuvo un conflictivo año al frente del Ejecutivo, alarmó a las influyentes Fuerzas Armadas. Éstas sospechan que los islamistas pretenden sustituir la Constitución secular del país, mayoritariamente musulmán, por otra basada en el islam.

El pasado mes de enero, el Tribunal Constitucional ilegalizó al Partido del Bienestar "por sus actividades contrarias al laicismo del Estado", y la fiscalía presentó acusaciones contra sus dirigentes que iban desde la sedición a la corrupción. La gran mayoría de los islamistas, incluidos Gokcek y el alcalde de Estambul, Tayyip Erdogan, crearon el Partido de la Virtud, sobre el que ahora se cierne la amenaza de otra ilegalización.

El pasado día 5, Erdogan, la gran esperanza de los islamistas turcos, fue condenado a 10 meses de cárcel y a dejar la alcaldía por recitar durante un acto de la campaña electoral del año pasado un poema que fue interpretado como una instigación al alzamiento.

Los alcaldes de otras dos ciudades han sido condenados por violar la prohibición de mezclar religión y política y hay más de 70 dirigentes de Partido de la Virtud pendientes de juicio por apropiarse de bienes del Partido del Bienestar antes de su ilegalización. Erdogan fue sustituido ayer.

La ofensiva contra los islamistas coincide con una crisis política en Turquía, donde el primer ministro, Mesut Yilmaz, se enfrenta a tres mociones de censura por sus presuntas relaciones con la Mafia. El lunes fue detenido el empresario y banquero Korkmaz Yigit, que el martes hizo público en dos de sus emisoras de televisión un video en el que asegura que el primer ministro conocía sus relaciones con un jefe mafioso encarcelado en Francia cuando optó a la compra de un banco, operación a la que le alentó el propio Yilmaz.

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Yilmaz dice que sufre una conjura porque su Gobierno lucha activamente contra la delincuencia, y su posible derrota en el Parlamento no haría sino beneficiar a los delincuentes. Pero los socialdemócratas del Partido Republicano del Pueblo (CHP) se han sumado a las mociones de censura presentadas el miércoles por el Partido de la Recta Vía, de Tansu Çiller, y el Partido de la Virtud. Sin el apoyo del CHP, la coalición que encabeza Yilmaz tiene escasas probabilidades de sobrevivir.

Los sondeos de opinión indican que los islamistas volverían a tener buenos resultados en unas elecciones anticipadas.

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