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CERCO AL EX DICTADOR

España podrá juzgar a Pinochet por genocidio

La Audiencia Nacional confirma por unanimidad la competencia de la Justicia española

La justicia española tiene jurisdicción para enjuiciar los crímenes cometidos en Argentina y Chile durante las respectivas dictaduras militares. Así lo ratificó ayer por unanimidad la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que rechazó los recursos planteados por los fiscales Pedro Rubira e Ignacio Peláez.El fallo fue leído en audiencia pública por el magistrado ponente, Carlos Cezón, en una ceremonia tremendamente emotiva. El juez no había terminado de leer las escasas diez líneas de la parte dispositiva de la resolución adoptada cuando familiares de los desaparecidos en ambos países, presentes en la sala, junto con medio centenar de periodistas y una veintena de abogados, prorrumpieron en una mezcla de aplausos, gritos de "viva la justicia", abrazos y lágrimas de alivio y alegría.

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Contra la decisión de la Sala de lo Penal de la Audiencia no cabe recurso alguno, como se puso de manifiesto tras la lectura del fallo. En el texto no había alusión alguna al delito de genocidio, porque los recursos se referían a la competencia para juzgar los hechos, pero de hecho la jurisdicción viene dada por tratarse de delitos de genocidio y terrorismo.

Uno de los magistrados que formó parte del tribunal, Carlos Ollero, precisó que al confirmar la atribución de la jurisdicción de España el tribunal de forma indirecta reconoce que indiciariamente existen delitos de genocidio y terrorismo y accede a que se investiguen. El texto completo de la resolución, con los argumentos jurídicos, no se conocerá hasta dentro de unos días.

Otros imputados

La decisión permite al juez Baltasar Garzón tramitar de inmediato -en los próximos días- la petición de extradición del dictador chileno Augusto Pinochet y le legitima ante terceros países tanto para los embargos de cuentas de Pinochet que ha decretado, como en los autos de prisión y órdenes internacionales de detención libradas contra unos 50 imputados entre los que figuran los generales argentinos Leopoldo Galtieri y Emilio Massera, entre otros. Todos ellos tendrán ahora mucho más difícil salir de sus países de origen puesto que corren el riesgo de ser detenidos de inmediato.Garzón expresó su satisfacción por la decisión adoptada a varios letrados de las acusaciones que acudieron a su despacho a comunicarle la noticia. El magistrado señaló que sería importante que la resolución de la Sala, en su texto integro, pudiera ser conocida antes del miércoles -fecha en la que se reúne la comisión de la Cámara de los Lores británica que debe decidir sobre la inmunidad de Pinochet- para que la justicia inglesa pueda conocer los argumentos de la Audiencia Nacional. Los fiscales vieron derrotadas en toda regla sus posturas. El fiscal del caso de Argentina, Pedro Rubira, no quiso valorar la decisión. "No veo motivos para hablar con la prensa", comunicó a través de una funcionaria de la Fiscalía.

El teniente fiscal, Jesús Santos, si accedió a pronunciarse en ausencia del fiscal jefe, Eduardo Fungairiño, y del fiscal del caso de Chile, Ignacio Peláez. "La Fiscalía", dijo Santos, "tendrá que cambiar el chip. Es una decisión irrecurrible y habrá que atenerse a la legalidad". El punto de vista de Santos contradice el de Fungairiño, puesto que hace pocos días manifestó ante un grupo de periodistas que en caso de que la Audiencia confirmase la jurisdicción de España, la fiscalía la seguiría cuestionando por no constituir los hechos delitos de genocidio ni de terrorismo.

Abrazos y llanto

Desde las nueve de la mañana, hora en la que comenzaron las deliberaciones del tribunal, se habían ido congregando en el exterior de la Audiencia Nacional dos centenares de familiares de desaparecidos, amigos y simpatizantes que portaban pancartas en las que pedían castigo para Pinochet, justicia para víctimas y de apoyo al juez Garzón.Si durante toda la mañana corearon consignas y cánticos, pasadas las dos y media de la tarde, cuando se comunicó la noticia del rechazo de los recursos de los fiscales y la confirmación de la jurisdicción española para juzgar a Pinochet, los congregados prorrumpieron en gritos de júbilo. Ciudadanos españoles que pasaban por los alrededores se sumaron espontáneamente a la celebración y los automovilistas que circulaban por las inmediaciones hacían sonar las bocinas en señal de apoyo.

Los abrazos y los llantos se sucedieron. El abogado Carlos Slepoy, uno de los que más ha luchado en el proceso por las desapariciones y asesinatos en Argentina se echó a llorar al oír la decisión del tribunal y no pudo parar hasta más de una hora después.

Matilde Artés, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, completamente emocionada afirmó: "Todos nuestros hijos y nuestros nietos han tomado cuerpo hoy y son otra vez personas. Que los genocidas sepan que donde quiera que vayan van a ser perseguidos y esta decisión servirá para garantizar la paz al mundo".

Los aplausos y vítores más entusiastas se escucharon cuando Baltasar Garzón salió de la Audiencia Nacional.

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