"Me gustaría estar ahí con vosotros"

Hubo lágrimas en la Estación de Seguimiento de Satélites de Villafranca del Castillo, cerca de Madrid, la única instalación de la Agencia Europea del Espacio (ESA) en España, donde casi 400 personas celebraron el bautizo espacial de Pedro Duque viendo la transmisión del lanzamiento.Debió ser el único sitio del mundo donde los congregados apenas se acordaron de John Glenn, ni siquiera el comentarista de lujo que explicaba, emocionado, lo que debía estar sintiendo Pedro en cada momento: el alemán Ulf Merbold, astronauta que, en 1994, compartió con Duque año y medio de entrenamientos en la Ciudad de las Estrellas (Moscú), cuando ni siquiera se sabía quién de los dos volaría en la misión EuroMir.

Pero las lágrimas no fueron suyas, sino de Miguel Ángel Duque, el tío de Pedro, que asistió con su hijo Gonzalo, de 16 años. Perdidos en un mar de altos cargos de la ESA y del Centro de Desarrollo Tecnológico e Industrial, Duque decía estar seguro antes del lanzamiento de que todo iba a salir bien , y no se equivocó. "Seguro que Pedro no está nervioso. Mi hermano y mi cuñada, sí", comentó . Y a Gonzalo le preguntaron, cómo no: "¿Y tú vas a seguir los pasos de tu primo?". Y contestó: "No sé, pero, ¿a quién no le gustaría? Es el sueño de todo niño. Me encantaría. He pensado mucho en eso". Dice su tío que Pedro no cuenta mucho, que es muy hermético, pero que consigue lo que se propone. Que lo que le mueve es aprender, que además de buen científico es un humanista".

El mismísimo Pedro Duque se dirigió a la concurrencia una media hora antes del lanzamiento: "Me gustaría estar allí con vosotros...". Pero, claro, era una fórmula de cortesía en un mensaje grabado.

En realidad estaba, como decía Merbold, "pasando los peores momentos de toda la misión: sentado en el Discovery, sin poder moverse, con los pies en alto y un aire frío que te meten en el traje... Bastante incómodo. Sabes que el trabajo de muchos años de todo un equipo depende de que tú lo hagas bien".

En uno de los ratos en que la cuenta atrás del lanzamiento se detuvo, Merbold, que estaba de lo mas parlanchín, incluso recordó, sin miedo al gafe, el terrible accidente del Challenger. A más de uno se le erizaron los pelos. Lo que detuvo la cuenta atrás fue un avión no identificado que sobrevoló la base de lanzamiento: "¡No se vuela en los alrededores del transbordador cuando ha empezado la cuenta atrás final!", protestó Merbold. "Deberían quitarle la licencia por muchos años a ese piloto!".

Erik Slachmuylders, director del Centro de Astronautas Europeos, de la ESA, en Colonia (Alemania), a cuyo destacamento pertenece Duque, dijo que es importante que Europa tenga un buen centro de entrenamiento de astronautas. Él cerró el acto en Villafranca, señalando que Duque seguramente volará más veces, en las misiones de la futura Estación Espacial Internacional.