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PATRIMONIO

Los arqueólogos rescatan en la calle Mayor los restos de la iglesia más antigua de Madrid

Los arqueólogos de la Dirección General de Patrimonio han desenterrado los cimientos de la capilla mayor de Santa María la Real de la Almudena, una iglesia románica construida en el año 1081 en las inmediaciones de la calle Mayor. Se trata de la iglesia más antigua de Madrid, que se levantó sobre los cimientos de un templo visigodo del siglo VII, lugar que, a su vez, posteriormente se destinó al culto musulmán, convirtiéndose en mezquita. El descubrimiento se trata de la confirmación de las noticias de las que disponían los historiadores, señalan los técnicos de la Dirección General de Patrimonio. El concejal de Vivienda, Sigfrido Herráez, prometió ayer cubrir estos restos arqueológicos con una mampara de cristal.

Hace algo más de dos semanas, arqueólogos y técnicos de la Comunidad comenzaron los trabajos de desenterramiento de la iglesia de la Almudena, en una pequeña calle que lleva este mismo nombre situada justo enfrente de Capitanía General. Los técnicos responsables de esta actuación arqueológica confirmaron entonces que se trataba del templo más antiguo de la ciudad. Es la zona en la que en estos momentos se realizan las obras de reforma de la calle Mayor. "Se sabía que esta iglesia estaba ahí, pero no en qué estado aparecerían estos restos", declaró ayer Alfonso Vigil-Escalona, codirector de los trabajos arqueológicos.Además de los cimientos, han aparecido algunos capiteles decorados con pavos reales y animales, que probablemente irán a parar al museo arqueológico que la Comunidad abrirá en Alcalá de Henares. De momento, Patrimonio da por finalizada esta excavación.

La iglesia de Santa María la Real de la Almudena se edificó durante el reinado de AlfonsoVI, en el año 1081. Este rey amplió y aprovechó los cimientos de etapas anteriores, ya que la historia de este monumento comienza en el siglo VII con la construcción de una iglesia visigoda compuesta por tres naves. Con la llegada de los musulmanes, en la segunda década del siglo VIII y hasta el siglo IX, el edificio se destinó al culto musulmán, convirtiéndose en la mezquita de la alcazaba musulmana madrileña. Con el nuevo uso, el templo sufrió importantes modificaciones.

Ampliación y derribo

La iglesia de Santa María sufrió otras ampliaciones durante los siglos XV y XVI y alcanzó su forma definitiva en el XVII. En esta época colocaron sus propias capillas las familias más importantes de Madrid, según relataba ayer Vigil-Escalona. Ventura Rodríguez, uno de los más célebres arquitectos en el Madrid del siglo XVIII, recibió el encargo de reafirmar el edificio, que entonces amenazaba ruina, y renovar su decoración interior.Uno de los aspectos más llamativos de esta reforma fue el que se llevó a cabo en la puerta principal, que daba a la calle Mayor y que se labró en estilo neoclásico.

El 25 de octubre de 1868 se celebró la última misa en el altar mayor. El derribo de la iglesia de Santa María comenzó al día siguiente, con el fin de lograr la alineación de la calle de Bailén. Los restos depositados en los panteones y las imágenes se trasladaron a otros templos. Entre otros, estaba enterrado en esta iglesia Juan Hurtado de Mendoza, duque del Infantado.

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"Se trata de un monumento conocido, no hemos descubierto nada que no se supiera", declaró a pie de obra José Miguel Rueda, director general de Patrimonio de la Comunidad. Sin embargo, para Rueda, se trata de un hallazgo de interés. "Será importante darse cuenta de que en la primera época de la Reconquista se estaba construyendo un edificio de notable valor artístico", dijo el responsable de Patrimonio, que añadió: "Estaba poco estudiada la calidad artística de este edificio".

Para Vigil-Escalona, que ha seguido día a día el desenterramiento de la iglesia, el hallazgo de estos restos arqueológicos supone el descubrimiento más significativo relativo al siglo XI madrileño. "Conocemos muy poco de los restos del primer recinto amurallado de Madrid", declaró ayer este arqueólogo de la Comunidad.

La zona del distrito Centro en la que se ha encontrado este templo está considerada como bien de interés cultural por la Comunidad de Madrid desde 1993. Aprovechando las obras de remodelación que el Ayuntamiento realiza actualmente en esta zona se han efectuado trabajos arqueológicos de los que se responsabilizan especialistas de la Comunidad.

Sobre el futuro que les espera a los cimientos de la iglesia de Santa María, el responsable de Patrimonio declaró que "de momento se taparán". "Habrá que ver si estos restos tienen un interés real. Si no es así, no tiene sentido dejarlos a la vista", declaró Rueda, que manejaba la posibilidad de que quedara indicado en el pavimento de manera gráfica la huella de esta iglesia, una vez cubiertos los restos. Rueda y Sigfrido Herráez estaban de acuerdo en que los restos encontrados "no tienen el interés de otros hallazgos arqueológicos".

Calle para peatones

Sin embargo, Herráez, el concejal responsable de las obras, prometió más tarde que los cimientos de la iglesia de Santa María quedarán a la vista del público cubiertos con una mampara transparente. La calle en que se encuentran se convertirá por este motivo en peatonal.El primer anuncio de que los restos se taparían había puesto en alerta al grupo municipal socialista. "En Patrimonio tienen una tendencia demasiado rápida a tapar todo lo que aparece. Vamos a pedir la intervención de un equipo arqueológico independiente para que confirme qué son estos restos y realice una valoración. Ningún arqueólogo de la ciudad, y he hablado con tres, tiene la más mínima confianza en los dictámenes de la Dirección General de Patrimonio, que parece que tiene el encargo de no interrumpir las obras que se realizan hasta las elecciones".

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