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Un oído para los fantasmas

Es una mujer vestida de blanco. Aparece regularmente en un domicilio particular de Fuengirola (Málaga). Mira a los presentes. Les sonríe. Sube por las escaleras y, al fin, desaparece. Es uno de los casos de supuesta fantasmogénesis que está estudiando la recién creada Asociación Malagueña de Investigaciones Parapsicológicas. Una asociación que, según asegura su presidente, Francisco Ángel López, ha nacido con auténtica vocación científica. "La diferencia entre un fantasma y un espectro es que el segundo no se relaciona con su entorno. Funciona como un autómata", explica López, que es técnico de sonido. El grupo, formado por una veintena de personas entre socios y colaboradores, se dedica "a la investigación de fenómenos extraños de diversa naturaleza". Desde parafonías (voces que no parecen tener ningún origen), hasta supuestas posesiones e incluso apariciones. Todo, eso sí, lo criban por el método científico. "No somos esotéricos. No echamos las cartas, ni predecimos el futuro", aclara el presidente y asegura que en la asociación hay ingenieros, fotógrafos y "algún sacerdote versado en parapsicología". José Francisco, un estudiante de matemáticas que se niega a decir su apellido para evitar "el ridículo", le da la razón. "Una cosa es la ciencia oficial y otra, el método científico". Un método, que, según dice él, se puede aplicar a fenómenos intangibles. "Lo que ocurre es que la ciencia describe un universo muy reducido", resume de forma taxativa el estudiante de matemáticas. En sus experimentos utilizan desde grabadoras hasta emisores de distintas frecuencias. Todos ellos aparatos de nombres impronunciables. "Lo que hacen es registrar cambios y convertirlos en sonidos audibles para el oído humano", asegura López, a la vez que pulsa el Play de un magnetofón. Suena una voz metálica, difícil de traducir a la primera. A la tercera, cuando los cinco miembros que están presentes coinciden en que ha dicho "Tú, orador", uno termina agudizando el oído para los fantasmas. López ni afirma ni desmiente. No quiere comprometerse con las tres teorías que, según dice, explican este tipo de fenómenos: la que atribuye las voces a espíritus que alguna vez estuvieron en un cuerpo y sobre la tierra, la que las achaca a "la psique humana" y la que dice que son manifestaciones de un mundo paralelo al nuestro que, "de vez en cuando, utilizan algún medio para comunicarse". Pero una cosa tiene clara: "Las voces hablan con sentido, contestan cuando se las pregunta y siempre baja la temperatura". Hace siete años, cuando ya investigaba el tema, recibió la llamada de una mujer que oía voces. "Le llamaban prostituta, por decirlo de una manera fina". Cuando descartaron una posible enfermedad mental, se pusieron a la caza con sus grabadoras. "La escuchamos", afirma, sin temor a las risas, el presidente de la Asociación Malagueña de Investigaciones Parapsicológicas. "Esto nos prueba que no estaba sólo en su mente". Y es que sabe que hay mucha sugestión en el asunto. Eso cuando no se trata de estafa. "En una radio dieron un programa de iniciación a la parapsicología. Emitieron una supuesta parafonía", explica López. La grabaron y cuál fue su sorpresa que, al analizarla por ordenador, descubrieron un mensaje que no provenía de ultratumba, sino de un lugar bien mundano. "Era simple y llanamente el anuncio de un detergente que habían modificado".

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