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La Generalitat obtiene la gestión de las becas y ayudas

El traspaso de la gestión de las becas y ayudas universitarias a la Generalitat de Cataluña, conseguida tras años de negociaciones, fue la mejor noticia que Jordi Pujol pudo dar al mundo académico catalán el día de la inauguración del curso del Sistema Universitario Catalán, una denominación que ha nacido oficialmente este curso y con la que se pretende proclamar la madurez y cohesión del modelo de educación superior diseñado por el Ejecutivo autonómico, compuesto por siete universidades públicas, tres privadas y una virtual, la Universidad Oberta de Catalunya.El ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, fue el encargado de anunciar este heterodoxo traspaso que requerirá el cambio de un real decreto para poder hacerse realidad antes de que finalice el presente curso. La cifra global que recibirá el Comisionado para Universidades e Investigación en el curso 1999-2000 aún se desconoce, pero este año ha ascendido a 6.500 millones de pesetas.

Para el Gobierno catalán no es tan importante el monto total como el hecho de que le permite empezar a diseñar un sistema de financiación de los estudios superiores acorde con las necesidades de la sociedad. La Generalitat convocará y pagará las becas, seleccionará a los becarios y determinará la cantidad a abonar, así como fijará el nivel de renta a partir del que se podrá solicitar la ayuda y los criterios de prioridad por los que se guiarán en la concesión.

Cambiar el modelo

La Aadministración catalana pretende transformar radicalmente el sistema de becas y ayudas. Para el curso ya iniciado ha puesto a disposición del alumno una importante oferta de créditos en función de los ingresos y de los resultados académicos, además de facilitar el pago fraccionado de la matrícula y de los gastos de material hasta un máximo de 500.000 pesetas. También hay créditos de hasta un millón para aquellos estudiantes que trabajan y a los que les falta poco para acabar sus estudios; para quienes deseen acceder a disciplinas que no se imparten en Cataluña y para acceder a los programas europeos Erasmus.También se intenta adecuar el sistema de financiación. Para el curso recién iniciado, ya se ha producido una subida de un 3,9% en el precio de los créditos universitarios, por encima del IPC, que era tradicionalmente el baremo por el que se movían las llamadas tasas. La intención es establecer el principio de que, al margen de las subidas o bajadas del índice de precios, el estudiante pague un porcentaje fijo del coste de sus estudios, dejando al margen las inversiones en infraestructuras.

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