La tortura del sueño II
El pasado 1 de septiembre apareció publicada una carta sobre los ruidos que soportan los vecinos de Ventas por los trabajos relacionados con la construcción del nuevo puente. Los vecinos de la plaza de Cascorro llevamos la misma cruz y no por ninguna obra, sino por la ineficacia del Ayuntamiento (aunque ahora la cosa está peor por obras en Ribera de Curtidores). Esta zona tiene muchos comercios y muchas personas dejan sus coches en doble fila; los que quieren salir se afanan en que todos conozcamos el nivel de decibelios de sus bocinas. Y para más inri, los que dejan el coche en doble fila se enfadan. A los vecinos nadie nos pide disculpas. La solución no es tan complicada, ya que con la presencia de "los que nunca están", léase Policía Municipal, guardias de tráfico o aquella famosa brigada ecológica, el problema se solucionaría.El ruido en la zona que visitó el alcalde para las fiestas de san Cayetano (las elecciones siempre ablandan el corazón de los políticos) es intolerable. Desde las ocho a las dos de la madrugada, los exabruptos sonoros son continuos. Al alcalde sólo le preocupa que los conciertos del Conde Duque acaben dentro del horario y que los bares de copas distribuyan auriculares a su clientela. Menos placitas con fuentes, alcalde, y que la gente pueda vivir en esta bonita ciudad. No hace mucho se dijo que, después de Japón, España es el país más ruidoso del mundo. ¡Ánimo, a este paso, barremos! Seguro.- .
