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Borrell acusa al PP de usar de forma partidista la lucha contra ETA para destruir a González

Javier Casqueiro

El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell, es partidario de negociar inmediatamente con el Gobierno del PP los grandes temas de Estado pendientes, sobre todo la reforma de la justicia y la arquitectura autonómica del país, pese al comportamiento "cainita" que los populares han demostrado hacia el PSOE en el pasado y siguen practicando en el presente. Borrell se muestra dispuesto a embarcarse sin lastres de ningún tipo en esa aventura, aunque sin perder la oportunidad, como ayer hizo en Almería, de denunciar que el PP "tiene en su haber el uso partidista de la lucha antiterrorista con el objetivo de destruir, no vencer, a un adversario político". Salía así al paso de las "excusas" que pone el Gobierno para justificar la falta de diálogo con el PSOE dada la "polvareda" levantada por Felipe González al trascender que va a defender como letrado a José Barrionuevo y Rafael Vera.

José Borrell entiende la "opción personal" de Felipe González de defender ante el Tribunal Constitucional a Barrionuevo y Vera, condenados a 10 años de cárcel por el caso Marey, como un "vínculo" que contrajo el ex presidente con el ex ministro del Interior y con el ex director general de la Seguridad del Estado en su época de jefe del Gobierno y que ni afecta al PSOE ni le debe preocupar ni a él ni a la sociedad.Y no observa "nada nuevo" en las acusaciones que el Gobierno lanza estos días contra González por "enturbiar" la vida política con su deseo de participar en la defensa de sus antiguos colaboradores. Pero tampoco cree Borrell que deban afectar esos ataques del PP a los próximos contactos entre el Ejecutivo y la dirección actual del PSOE. Borrell no es que se desmarcase ayer de González y de sus actuaciones, sino que se empeñó en delimitarlas en otro terreno.

El candidato remarcó mucho en Almería, donde hoy mantedrá una segunda jornada de actividad política, que González "ya no está en la secretaría general del PSOE ni como candidato a la presidencia, y por tanto entiende que no debería ocupar un solo segundo en la mente de los responsables gubernamentales". Y sin embargo, dijo, González sigue siendo "la sombra" y el "fantasma" que persigue a José María Aznar. El presidente del Gobierno, concluyó, no debe buscar más excusas de este tipo y debe dejar de "perseguir la sombra de Felipe González".

Fue ahí, en ese contexto, al enmarcar el papel actual de González en el PSOE, cuando Borrell arremetió con dureza contra el Gobierno.

"Haga lo que haga"

El candidato socialista subrayó de nuevo la tesis vigente en su partido sobre la obsesión que Aznar y el PP tienen con González: "Haga lo que haga, diga lo que diga, aunque no diga nada, y vaya donde vaya, siempre será objeto de los ataques del PP, que tiene en su haber el uso partidista de los problemas de la lucha antiterrorista con el objetivo de destruir, no vencer, a su adversario político". Y más tarde apuntilló: "El PP ha buscado la destrucción política del PSOE y de Felipe González, lo saben todos los españoles, que sin ninguna vergüenza ni pudor han utilizado todo, que todo ha valido, al servicio de ese objetivo. Y que hoy Valle Inclán podría ser un nuevo esperpento de la realidad española, de la que no podemos sentirnos muy satisfechos".El candidato socialista lamentó con firmeza esa "actitud cainita de persecución del PP", pero no para anunciar un ánimo de revancha. Ayer aseguró que esa voluntad no está en sus planes: "No debemos pagarles con la misma moneda, ni en el frente antiterrorista ni en el de las libertades". Borrell, eso sí, destacó que la utilización partidista de la lucha antiterrorista del PP no es sólo de ayer, sino de los últimos cinco años, y la relacionó también con el juicio sobre el caso Marey.

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Reprochó al Gobierno y al PP el desarrollo de este proceso: "El juicio de ahora no ha sido sólo jurídico, sino alimentado política y mediáticamente. Ha sido usado para derribar al adversario político y sin pararse a pensar si eso debilitaba o no a la lucha antiterrorista". Borrell, por ejemplo, considera que se ha hablado demasiado de algunos asuntos ligados a la lucha antiterrorista, y en concreto de la decisión de González de colaborar como otro abogado más de Barrionuevo y Vera en su recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional por la sentencia condenatoria del caso Marey. Calificó las reacciones a esa "decisión estrictamente personal, que sólo a él incumbe", como "histriónicas e histéricas".

El candidato reflejó cómo entiende esa actuación de González: "Ése no es el mandato que yo he recibido de mi partido y de mis compañeros y desde luego no ocupa un lugar demasidado importante en mis preocupaciones".

Acto de generosidad

Borrell explicó que González no le consultó a él ni a la dirección del partido esa intención porque no tendría sentido que lo hiciera "al no plantearse como una respuesta del PSOE sino como un gesto de solidaridad". Interpreta ese gesto solidario "en el sentido, no de un acto de generosidad, sino como parte de la existencia de un vínculo, por haber sido presidente del Gobierno durante los tiempos en que Barrionuevo y Vera ejercieron sus cargos bajo su responsabilidad". Borrell eludió pronunciarse sobre si esa decisión personal de González le parece bien o mal.Lo que el candidato sí quiso dejar claro ayer es que cualquier actuación futura de González, levante la polvareda que levante, no debe marcar su calendario político ni las relaciones del PSOE con el Gobierno del PP. Y se preguntó: "¿Pero por qué entorpece el diálogo y la negociación si Felipe González ya no es el secretario general del PSOE ni el candidato? ¿En qué entorpece la negociación lo que decida hacer a título personal?".

Borrell recomendó a Aznar que no ejerza de "bombero pirómano" con cada actuación del ex presidente y que se encare "con sus adversarios políticos", porque ya no tiene nada que negociar con el ex presidente. También le aconsejó que aborde los verdaderos problemas del país y sus incumplimientos y "artificios electorales". El argumento de que Aznar no sabe con quién tiene que contactar para dialogar con el PSOE es, dijo, "otro invento", una "excusa ridícula" y un "argumento esperpéntico".

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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