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Tribuna
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La muralla

"Es este chamizo", dijo castizamente el taxista cuando llegamos a lo alto de la Cuesta de la Vega y vimos la encañizada que cerraba el parque del Emir MohamedI. Había cola de gente, que a la hora de empezar llegaba al viaducto, en la calle Mayor, para ver La Dama Duende, de don Pedro Calderón de la Barca.No hay muchas ciudades europeas que puedan presumir de tener una muralla árabe como la que tiene esta Magerit que ahora aprovecha sus más bellos recintos para los Veranos de la Villa. Fue don Francisco Silvela quien dijo que, como en Madrid, no se veraneaba en ninguna parte ("Madrid, en verano, sin familia y con dinero, Baden Baden").

Y a los que alegan que hace calor en la villa se les contesta con una frase que se atribuyó al marqués de la Valdavia, pero que, según don Natalio Rivas, fue Sagasta quien la dijo: "Lo malo del verano en Madrid es que refresca por la noche". Habría podido expresar su contrariedad, don Práxedes Mateo, de haber estado la otra noche en el parque del Emir. Refrescaba. Y se estaba bien cenando el ragú verbenero con jarra de cerveza mientras uno contemplaba la deliciosa comedia calderoniana muy bien dicha por Luis Varela, Yolanda Arestegui y los demás actores bajo la dirección de David Bello.

El sitio es bonito. Si no me equivoco, antes no se celebraban funciones en este rincón musulmán de Madrid. Musulmán o, más bien, sincrético-ecumenista porque estos cubos de la muralla árabe fueron el escenario en que se sitúa la leyenda de la aparición de la Virgen de la Almudena, en tiempos de Alfonso VI.

En el parque dedicado al fundador del "castillo famoso" de Magerit pasan más cosas que la representación de La Dama Duende. Hay más funciones y atracciones en la Muralla Árabe para distracción de los partidarios del veraneo capitalino. Y la oferta de la Villa es muy variada en esta época. Se confirma lo de cada año: que, en verano, como aquí, no está uno en ninguna parte.

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