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Máximo

El mercado de valores español consiguió ayer superar sus anteriores máximos históricos y el índice general de Madrid cerró en el 947,62, con una ganancia del 49,80% acumulada en este año.

La alegría que este tipo de logros suelen traer consigo se ha visto enfriada por el retraso de la Bolsa española, que ha llegado a los máximos históricos dos días después que el resto de los mercados. Para los observadores, esa diferencia se debe al último dato sobre inflación en España, que muestra un calentamiento propio de la velocidad con que se ha acometido la convergencia y que contrasta con la velocidad de crucero de las grandes economías de la UE, con un ritmo más tranquilo, pero exento de problemas secundarios.

Una de las causas concretas de este nuevo máximo ha estado en Telefónica, que ayer superó sus anteriores máximos históricos para cerrar cerca de las 8.000 pesetas, un nivel que los intermediarios internacionales consideran adecuado tras la reciente subida de las cuotas mensuales. El uso que el Gobierno está haciendo de las tarifas confunde a los inversores, ya que favorece a Telefónica al tiempo que castiga a las compañías eléctricas y a Gas Natural. La gran ponderación de Telefónica empuja más al mercado, pero es una compañía frente a todo un sector.

Otro de los grupos que ha apoyado esta subida de los índices ha sido el bancario, gracias al constante incremento de los resultados de Santander y Bilbao Vizcaya y a los desdoblamientos de las acciones, que las han hecho asequibles a todo tipo de inversores.

En el mercado de deuda no hubo grandes novedades, aunque las retiradas de beneficios en Alemania consiguieron reducir el diferencial en una centésima, hasta dejarlo en 0,27 puntos. La rentabilidad del bono español se mantuvo un día más en el 4,95%.

La buena marcha de la Bolsa, apoyada por pocos, pero grandes, valores contrasta con la cautela con que se miran los tipos de interés y el margen de movimiento que les deja la tasa de inflación.

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