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Las comisiones bancarias y las agencias de viaje calientan los precios del sector servicios

La inflación en el sector servicios preocupa al Ministerio de Economía y Hacienda porque su evolución supera a la de los demás componentes del IPC y explica su resistencia a bajar del 2%. Dentro del sector servicios, los precios de las agencias de viaje (18,7% de incremento en mayo) y las comisiones bancarias (11,7%) son los que más se han disparado. Economía no cree que, en general, sea un problema de falta de competencia, sino de fuerte demanda. Los expertos opinan que se dan ambas causas y destacan el escaso impacto y la timidez de las medidas liberalizadoras.

La andanada del vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, en días pasados contra el sector del turismo y sus elevados precios, ha puesto el acento sólo en una parte del problema. Además del turismo, otros sectores, como el de servicios financieros, la vivienda, la enseñanza, los seguros médicos, el transporte aéreo o las agencias de viajes no se quedan atrás a la hora de subir precios.El sector servicios es, en conjunto, el más inflacionista y explica la resistencia del IPC a bajar del 2%. Su peso en el conjunto del IPC es de un 29,3%;, es decir, la tercera parte de este índice está condicionada por lo que ocurra en el sector terciario de la economía.

Mientras en otros capítulos como la alimentación o los bienes industriales, la tasa de crecimiento está por debajo del 2%, en el sector servicios se encontraba en mayo pasado en el 3,5%. En este nivel se mantiene prácticamente desde el año 1996, aunque en 1992 se situaba por encima del 10%.

Parte de la responsabilidad

El recorrido a la baja no se corresponde, pues, con el de los demás componentes del IPC y es lo que trae de cabeza a los responsables del Ministerio de Economía y Hacienda. Desde fuera se indica, sin embargo, que la política económica del Gobierno tiene una parte importante de la responsabilidad.El secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, no lo entiende así. En su opinión es "un lugar común" decir que el alza de los precios en el sector servicios responde a la falta de competencia y a la ausencia de medidas liberalizadoras. "¿Es que alguien puede afirmar que no hay competencia entre los bares, los hoteles o los bancos en España?", se pregunta Montoro.

Para él, ésta es sólo una parte del problema y no se puede generalizar. En el sector del turismo, explica, lo que está ocurriendo es que la recuperación económica ha traído consigo una fuerte demanda de todo lo relacionado con el ocio. Los empresarios aprovechan la buena coyuntura para, nunca mejor dicho, hacer su agosto.

El sector de los hoteleros responde que que sus tarifas "sólo" han subido un 3,2% este año y echan la culpa a los mayoristas, que son quienes facturan al usuario. Unos por otros, el resultado en el IPC es una subida del 6,8% en los precios de los hoteles (mayo de este año sobre el mismo mes del año anterior) y del 18,7% en los que aplican las agencias de viajes.

El turismo tiene un peso importante en el IPC (11,6% junto a la hostelería) y de ahí que Economía haya lanzado sus dardos especialmente contra este sector. Pero hay otros que tampoco le van a la zaga.

Por ejemplo, los servicios financieros que se componen, entre otros elementos, por las comisiones bancarias, por préstamos y por tenencia de tarjetas de crédito. Su alza en mayo fue del 11,7%. El asesor económico de la Asociación Española de Banca (AEB) Federico Prades explica que no hay que ver sólo una parte del problema.

La otra parte es que el margen de intermediación (diferencia entre los ingresos por créditos y los pagos por los depósitos) de la banca ha crecido de forma muy moderada (un 2,5%) el pasado año. Añade que el peso de este grupo en el IPC es "insignificante", del 0,01%.

Otra parte del problema está en aquellos sectores en los que la política oficial de fijación de precios tiene más o menos incidencia y que ejercen como contaminantes de toda la economía. Es el caso del transporte público, las gasolinas, la electricidad, el gas o el teléfono.

Aquí las medidas liberalizadoras y las privatizaciones de empresas públicas no han llegado a producir, con la intensidad esperada, el descenso en la temperatura general de los precios. En otras áreas como la de colegios profesionales o el suelo, han sido mayores las expectativas que los posibles resultados.

En opinión de Ángel Laborda, director del Área de Coyuntura Económica de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FIES), mientras que en países como en Francia o Portugal la liberalización en el terreno de las comunicaciones ha producido descensos en el precio del teléfono de hasta el 5%, en España todavía asistimos a un tira y afloja entre el Ministerio de Fomento y Telefónica sobre una subida de tarifas que será del 13,7% en las llamadas metropolitanas, las de mayor uso, probablemente en agosto.

Igual ocurre con el debate sobre si la rebaja del 3% en el recibo de la luz debe aplicarse ya este año o el que viene. Y lo mismo con los carburantes que, según Laborda, si se hubieran adecuado al descenso de los precios del petróleo en los mercados internacionales deberían haber bajado en 5% y sólo han descendido un 2%.

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