_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Sumar para ganar

Hoy se cumple un año del Congreso celebrado en la Universidad Politécnica, en que el Partido Socialista del País Valenciano apostó por un proyecto de cambio e innovación que le permitiese obtener de nuevo el apoyo de la mayoría de valencianas y valencianos. Ha sido un año difícil. Pero ha valido la pena porque ahora estamos en condiciones de ganar las próximas elecciones y hace un año no. Hace un año la derecha soñaba con la mayoría absoluta y hoy sabe que puede perder la mayoría relativa. Un año que pasará a la historia del socialismo valenciano. Un año en el que pocos apostaban porque la necesaria renovación se abriese camino y terminara consolidándose tras las primarias del 27 de junio. Pero la superación de esas dificultades nos han fortalecido. Nos hemos enfrentado a nosotros mismos y todos hemos aprendido de ello, nadie ha perdido y ahora compartimos un mismo sentimiento: el Partido Socialista ganará las próximas elecciones. Lo que en aquel momento parecía casi un sueño, ha comenzado a convertirse en realidad a raíz del proceso de primarias vivido en el socialismo español. La razón de este giro es que, ante la mirada de toda la ciudadanía, ha quedado claro que aquel partido que en anteriores elecciones cosechó el fruto de sus propios errores, es capaz de cambiar y darle la vuelta a la situación precedente. Sencillamente hemos sido capaces de ser sensibles a un sentir muy general en amplios sectores de la ciudadanía con quienes compartimos valores, contribuyendo a revitalizar el sistema democrático. Nos encontramos en un periodo de transición hacia un nuevo modelo de partido, donde los órganos basados en la democracia directa han de coexistir con los de la democracia representativa, con el fin de optimizar las ventajas de la acción electoral del Partido Socialista. Pero no hay vuelta atrás: la democracia directa ejemplificada en las primarias otorga una nueva legitimidad y debilita una estructura piramidal en exceso jerarquizada y donde el debate interno estaba sometido a fuertes restricciones. Podemos mejorar aún más y vamos a hacerlo. En las próximas convocatorias de elecciones primarias se incorporarán a la votación todos los simpatizantes que deseen ejercer su derecho a participar en las decisiones políticas fundamentales. Queda mucho por hacer, pero por el momento las primarias nos han permitido pasar página y afrontar un solo objetivo: sumar para ganar las próximas elecciones. Y es que no hemos recorrido todo este camino para hacer una magnífica oposición durante los próximos cinco años, sino para gobernar. Desde las últimas elecciones, se han producido ya suficientes cambios en el Partido Socialista como para recuperar no sólo el orgullo de llamarnos socialistas, sino también la credibilidad y la confianza de amplios sectores sociales. El Partido Socialista se ha puesto en marcha hacia la victoria electoral y estoy convencido de que vamos a alcanzar ese objetivo. Hay razones importantes que sustentan ese convencimiento. La primera es que el Partido Popular no obtuvo la mayoría política en virtud de sus propios méritos, sino gracias a los deméritos de los socialistas y al voto de castigo con que muchos ciudadanos que no se consideran de derechas sentenciaron esos errores retirándonos su confianza. La segunda es que las políticas desarrolladas por la derecha en el gobierno de la Generalitat se han hecho al margen de las necesidades reales de la mayoría de los ciudadanos. Los grandes eventos mediáticos con los que se nos pretende deslumbrar no bastan para compensar el abandono de las políticas sociales, territoriales, medioambientales y de apoyo a la economía real, ni el alarmante retroceso en materia de libertades. Dos grandes objetivos nos reclaman ahora. El primero conseguir que todo el Partido Socialista se oriente a conseguir el apoyo mayoritario a nuestras propuestas. Los ciudadanos perciben todavía demasiado debate interno y esa percepción es, en este momento, nuestro mayor obstáculo para alcanzar la mayoría. Son muchos los que tienen decidido, llegado el momento, votar socialista, pero necesitan ver que las distintas sensibilidades son algo más interesantes que las disputas por acotar espacios de poder. Necesitan convencerse de que somos capaces de conseguir la fuerza que da la unidad desde la riqueza que da la pluralidad. Por eso me propongo contar con todos en un proceso de integración efectiva, de suma real, porque es condición necesaria para alcanzar la confianza mayoritaria dentro de un año. El segundo gran objetivo, condición suficiente, es volver a dar de nuevo argumentos, razones por las que una mayoría social que comparte nuestros valores -pero que en algún momento, a partir de 1992, nos dió la espalda- vuelva a confiar en un partido que defiende un modelo de sociedad hoy mayoritario en toda Europa. Nuestro cometido ahora es preparar un programa electoral que defienda una idea de sociedad que resulte atractiva para todos, creíble y, no lo olvidemos, susceptible de ser cumplido. Un programa que será elaborado desde fuera hacia dentro, a través de una gran convocatoria social, para que desde los valores mayoritarios se puedan canalizar las distintas reivindicaciones, inquietudes, propuestas y mejoras que ciudadanos y ciudadanas nos planteen. Ya pasó la época de los programas electorales llenos de buenas intenciones y palabras huecas que cualquier partido podría suscribir. Nuestro programa estará hecho de propuestas concretas para una mayoría social que después podrá exigirnos su cumplimiento y no habrá ninguna promesa que, desde el gobierno, no estemos en condiciones de cumplir. Al mirar nuestro pasado reciente vemos un partido que ha pasado de la resignación a una euforia contenida porque vuelve a creer en sí mismo. Pero lejos de desbordar las ilusiones ahora es cuando empieza el trabajo duro pero ilusionante. Ahora es cuando todos hacemos falta. De nosotros depende que la mayoría social de este país se vea representada como se merece.

Joan Romero es candidato del PSPV-PSOE a la Presidencia de la Generalitat.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_