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PNV y EA deciden sustituir a los consejeros socialistas contra el criterio del "lehendakari"

El País

La crisis abierta en el Gobierno por la ruptura del PSE con el pacto tripartito quedó resuelta ayer con el acuerdo del PNV y EA para sustituir a los tres consejeros socialistas. Esta decisión se impuso al criterio del lehendakari José Antonio Andanza, que era partidario de no efectuar nuevos nombramientos y repartir entre otros departamentos de su Gobierno las responsabilidades que hasta ahora ejercían los consejeros dimitidos. La determinación la tomó la comisión de seguimiento del pacto de gobierno, a la que asistió el vicelehendakari Juan José Ibarretxe.

La salida de los socialistas del Gobierno adquirió ayer por la tarde una derivación inesperada, en forma de diferencias de criterio entre el lehendakari y los representantes del PNV y EA que, junto con el vicelehendakari Ibarretxe y el secretario de Presidencia, Jesús Peña, asistieron a la reunión de la comisión de seguimiento del Pacto de Gobierno. Ardanza vio enmendada su intención de no sustituir a los consejeros socialistas y repartir sus responsabilidades entre otras consejerías de su Gabinete. Fuentes de Lehendakaritza reconocieron a EL PAÍS que José Antonio Ardanza "habría resuelto las cosas de otra manera", de haber estado en condiciones de defender su criterio en la reunión de la Comisión. El lehendakari continúa ingresado en un hospital de Vitoria, donde el domingo fue intervenido de dos hernias discales. Ayer los tres consejeros socialistas le entregaron en mano sus cartas de dimisión y Ardanza firmará hoy sus ceses. Por la mañana, el Gobierno celebrará una reunión extraodinaria presidida por el vicelehendakari Juan José Ibarretxe, que a continuación comunicará los cambios a la Diputación Permanente del Parlamento vasco. Los nuevos consjeros tomarán posesión de sus cargos el mañana viernes o el próximo martes. Sabin Intxaurraga, parlamentario de EA y miembro de su dirección parece ser el sustituto de Francisco Egea en Economía, Trabao y Justicia. Tras su encuentro con el lehendakari, Rosa Díez, ex consejera de Comercio y Turismo, que fue la primera en visitarle y transmitirle su voluntad de realizar una "salida ordenada" del Gobierno, señaló que la decisión de la ejecutiva del PSE-EE es, una vez adoptada, la suya propia. Ninguno de los tres consejeros socialistas en el tripartito vasco compartía la propuesta del secretario general del partido, Nicolás Redondo, de abandonar el ejecutivo autonómico a sólo cuatro meses de las elecciones. Diferencias en el PSE Por su parte, el secretario general del PSE de Guipúzcoa, Manuel Huertas, manifestó en un comunicado que los socialistas de este territorio no comparten "ni la el procedimiento, ni la falta de consenso interno" con que se ha tomado la decisión de salir del Gobierno. No obstante, Huertas descartó que este episodio vaya a suponer una crisis interna. Por otra parte, el desacuerdo en las filas socialistas se hizo patente también en Vizcaya, donde 20 miembros del comité nacional recogen firmas para forzar una reunión de ese organismo. Este grupo critica la ruptura del Gobierno "por un reglamento que ni siquiera se ha aprobado" y califica la decisión de la ejecutiva de Redondo como una maniobra para descabalgar a los consejeros afines al anterior secretario general (Rosa Díez y José Antonio Maturana). Nicolás Redondo reconoció la existencia de "lógicas" discrepancias internas, pero se mostró convencido de que no tendrán consencuencias en el partido. Aunque inicialmente se dio por hecho que departamentos del PSE se verían incorporadas y repartidas entre otras consejerías, tal y como era la intención de Ardanza, la comisión de seguimiento del pacto, reunida por la tarde en sede de la Presidencia, consideró más oportuno sustituir a los consejeros salientes y efectuar los nombramientos que se hagan necesarios, aunque no alcancen el medio centenar largo que acompañarán a los dimisionarios en su marcha. La carga de trabajo del resto de las consejerías, la complejidad de los departamentos abandonados por los socialistas y la constatación de que pueden pasar al menos seis meses hasta que se forme un nuevo gobierno tras las autonómicas de octubre, aconsejaron la opción adoptada. Los tres consejeros socialistas trabajaron ayer en sus despachos terminando de resolver asuntos pendientes y dando las instrucciones oportunas para preparar el relevo.

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