Confebask considera que la propuesta de IRPF de Ibarretxe penaliza al contribuyente vasco
Al libro blanco sobre el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) presentado el pasado 5 de junio en Vitoria por el vicelehendakari, Juan José Ibarretxe, le ha salido otro detractor. Mientras la pasada semana eran los sindicatos los que pusieron la proa a la propuesta, ayer fue la patronal vasca, Confebask. Los empresarios no entienden cómo en el actual escenario económico de crecimiento no se ha aprovechado para aplicar una mayor rebaja fiscal. "Los contribuyentes asalariados con rentas superiores a los 2,3 millones de pesetas tendrán que pagar en Euskadi más impuestos de los que se pagarán en resto del Estado", señalo José Guillermo Zubía, secretario general de Confebask.
"La rebaja es insuficiente y la repercusión en las rentas salariales es importante", indicó Zubia, quien apostó por una reducción más audaz, dado el favorable escenario económico. Confebask considera además que, en comparación con la reforma del Gobierno central, la propuesta vasca perjudica a las rentas salariales a partir de más 2,3 millones de pesetas de ingresos anuales en las declaraciones individuales y de 2,4 millones en las conjuntas. En este sentido, Zubía recordó que, según datos del Instituto Vasco de Estadística, la renta media de los vascos se sitúa en torno a los 2,9 millones de pesetas anuales. La patronal que preside Baltasar Errazti considera que no se ha hecho caso a sus sugerencias y que el sistema de puesta en escena del impuesto no ha sido el más adecuado. En todo caso, cree que la propuesta es imprecisa y espera que las haciendas forales estén abiertas a modificaciones. Confebask presentará en un mes su nueva propuesta a la Administración vasca. El Gobierno, por su lado, asegura estar abierto al debate, aunque no va a entrar en discusiones concretas. Falta de coherencia El secretario general de Confebask destacó además que la reforma no resulta coherente con el objetivo que proclama en relación a incentivar la creación de empleo. Esta afirmación se basa en varios factores: por un lado, el hecho de que las familias tengan que pagar más a Hacienda repercute en las posibilidades de gasto y consumo; por otro, no introduce modificaciones en los mecanismos de incentivación del ahorro e inversión, lo que a juicio de la patronal supone desaprovechar la oportunidad de fomentar más estos instrumentos y promover su canalización hacia a actividades productivas y, por extensión, de creación de empleo. A juicio de Zubía, debería haberse tenido en cuenta la propia configuración económica del País Vasco, donde la industria tienen un gran peso, a la hora de articular mecanismos para su incentivación. En este misma línea, considera Confebask que la progresividad que introduce la reforma está castigando a las rentas medias y altas y a las personas que presentan una mayor cualificación. Otras críticas de la patronal se refieren a que el libro blanco no aclara ni concreta cómo se abordará la simplificación de la declaración a la hora de definir qué personas no tendrán obligación de realizar la declaración. Aspectos positivos Por lo que hace referencia a sus aspectos positivos, Confebask se manifiesta de acuerdo en el enfoque que se otorga a los rendimientos de actividades económicas y profesionales, con la limitación del sistema de módulos. Igualmente se muestra partidaria del sistema de transparencia fiscal y considera interesante la iniciativa de incluir la declaración de patrimonio a los profesionales. No obstante, advierte que este mecanismo de control puede suponer una mayor carga de trabajo para el fisco, con lo que quedaría diluida la pretensión de liberar la mayor cantidad de recursos humanos de la gestión administrativa de las declaraciones para dedicarlos a otras funciones, como la lucha contra el fraude fiscal. Por otro lado, Herri Batasuna presentó ayer ante la sede del BBV en Bilbao su "libro rojo del IRPF", en contra de lo que calificó de reforma fiscal "ultraconservadora" del PNV.
