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Una luna del noreste al sureste

María Fabra

En Castellón, desde 1991, año en que empezó a gobernar el PP, los tres grandes constructores-promotores de la capital de La Plana, -Luis Batalla, los herederos de la viuda de Gimeno y José Luis Boix (Grupo Xiob)- iniciaron la compra de los terrenos del área este de la ciudad, que había de desarrollarse con prioridad sobre otras. En esta ciudad, de los 1,5 millones de metros cuadrados casi la totalidad está bajo su control. Así, cuatro de los cinco planes parciales fijados por el anterior Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), todos situados en la parte oeste para promover la conexión con los barrios periféricos, han quedado arrinconados en pro de una expansión hacia el mar. De hecho, en los últimos tres años, los de la presente legislatura, Castellón ha crecido, casi únicamente, por el este. Sobre el contorno de la ciudad se ha dibujado un semicírculo o luna que abarca desde el noreste hasta el sureste, en donde se están desarrollando cuatro proyectos fundamentales: el plan del sector Sensal, el PAI Gumbau, el Taxida y, el mayor, llamado Lledó. Según los documentos de nuevo Plan General de Ordenación Urbana, que actualmente se encuentra a exposición pública, sólo en este último existe un potencial de construcción de cerca de 3.000 viviendas. El primero de estos PAI aprobado por el pleno del ayuntamiento fue el Gumbau, en marzo de 1996. Siete meses después, se aprobó la adjudicación del Programa de Actuación Integrada Taxida y el Plan Parcial Lledó-1. A continuación, en abril del 97, se dio luz verde a la segunda fase del PAI Lledó. En todos ellos los mayores promotores urbanísticos se limitan a tres nombres que, en algunos casos, se unen como Agrupación de Interés Urbanístico y en otros como simples Uniones Temporales de Empresas. En el caso del Plan Parcial Lledó 2 ni Batalla, ni los Gimeno ni Boix se presentan con sus principales sociedades, sino con empresas como Calviga (administrador único, Luis Batalla), Renos (presidente, Enrique Gimeno) o Harbo (administrador único, Inmuebles Xiob). En el caso del Lledó 1, los Gimeno acaparan la mayoría con dos sociedades, Facsa y Renos. El plan Gumbau, por su parte, está promovido por, otra vez, Renos y, en este caso, Boix se presenta con dos sociedades, Harbo y Cersa. Junto a ellos, aparece otra empresa, Promojúcar, que ha entrado a formar parte del entramado urbanizador del PAI Lledó. El futuro PGOU, en el caso de que se apruebe, libera dos amplias zonas también en la zona este. La primera de ellas es la franja colindante a la Avenida del Mar, hasta ahora rústica, que pasará a ser urbana calificada como zona de baja densidad, es decir, para la construcción de viviendas unifamiliares. El nuevo PGOU plantea un incremento de suelo urbano y urbanizable, destinado a residencia, de más de tres millones de metros cuadrados que aparecen "camuflados" tras una figura que se denomina "urbanizable rural".

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